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03 de octubre de 2010

Mediante una declaración, la Unión Campesina y la Comisión Zonal de Tierras denunciaron las inhumanas condiciones de vida de los originarios.

Un exterminio silencioso

Pueblos originarios del Chaco

El Chaco es la provincia más pobre del país. El norte de nuestra provincia, en especial el Impenetrable, es la zona más pobre del Chaco, por lo tanto la más pobre de la Argentina. Los pueblos originarios fuimos empujados a esos montes a sangre y fuego tras resistir las campañas de exterminio del gobierno de Roca. Fuimos superexplotados en los obrajes, los ingenios y la cosecha. Caminadores de los montes, somos permanentemente despojados de nuestras tierras para entregarlas a grandes terratenientes.
En los últimos 12 años se llegó a lo máximo vendiéndose 2 millones de tierras fiscales, violando todas las leyes para favorecer a un puñado de amigos del poder. Los alambrados crecen por todos lados, como crecen miles de hectáreas de desmonte para que avance la soja en beneficio de unos pocos poderosos mientras no podemos cazar, pescar o recolectar porque somos perseguidos a los tiros de los campos que eran de nuestros ancestros y somos encarcelados.
La tradicional producción social del algodón que daba trabajo a 50.000 obreros rurales y miles de familias de campesinos pobres, ha caído a los niveles más bajos por la falta de precio compensatorios y el éxodo crece al Gran Resistencia, Rosario o Buenos Aires.

Hambre, desnutrición y enfermedades
Con la lucha, en enero del 2002 se consiguieron para la provincia 120 mil Planes Jefas y Jefes de Hogar para paliar la hambruna creciente. Hoy, alegre y orgullosamente, desde reparticiones nacionales en la provincia se anuncia que se redujeron a 70 mil y seguirán reduciéndose. ¿Se crearon 50 mil puestos de trabajo en el Chaco para que se quite miserables $ 150 en medio de una inflación que va al galope?
Como si quitarnos la tierra fuera poco, como si quitarnos las posibilidades de mantenernos con nuestro esfuerzo y trabajo fuera poco, también nos quitan los planes en una Argentina con superávit de miles de millones; y los comedores escolares tienen un presupuesto vergonzoso de centavos para nuestros hijos hambrientos mientras no tenemos políticas que permitan que los alimentemos nosotros mismos con una producción de leche, carne, huevos y verduras.
En estas condiciones crece el hambre, principalmente la desnutrición de ancianos y niños, la tuberculosis y el Mal de Chagas, todas enfermedades de la pobreza, de las condiciones de vida más miserables en ranchos con falta de agua y adecuada eliminación de excretas a las que somos arrojados los pueblos originarios. El poder económico y los gobiernos de turno quieren que desaparezcamos por éxodo o inanición para liberar esas tierras que sus amigos esperan como cuervos para apropiarse de ellas. Es un exterminio silencioso que no vamos a permitir.
Cuando ya en estas condiciones de total abandono llegamos a los centros de salud o a los hospitales, se nos discrimina y rápidamente tratan de desligarse de nosotros, inclusive nos hacen culpables de nuestra situación como hizo públicamente el ministro provincial de salud Dr. Ricardo Mayol, desnudando el pensamiento real que tiene el gobierno sobre los pueblos originarios.
Debemos parar esta dolorosa e injusta situación. Llamamos a todos los hermanos originarios del Chaco a unirnos, a todas las organizaciones sociales, comunitarias y políticas dispuestas a luchar para enfrentar esta situación con propuestas inmediatas en el camino de las soluciones de fondo que necesitamos.

Propuesta
> Declarar Emergencia Alimentaria y Sanitaria provincial y nacional para toda la población con riesgo de desnutrición. En forma inmediata, asistir a toda la población con la entrega de bolsones de alimentos desde las escuelas, coordinadas con otras organizaciones comunitarias de cada zona, particularmente las aborígenes.
> Aumentar en forma inmediata los presupuestos y provisión de los comedores escolares para alimentar a niños y ancianos.
> Controles sanitarios necesarios para realizar las derivaciones correspondientes y las acciones necesarias con promotores de salud indígenas. Combatir enérgicamente el manejo clientelista de las ayudas sociales que realizan todas las áreas de la Administración Pública: municipales, provincial y nacional.

Nos oponemos expresamente que estas políticas sean instrumentadas con las Fuerzas Armadas como se realizaron recientemente entre el Ejército y Desarrollo Social de la Nación. Los estados provincial y nacional con la población civil, pueden hacerlo.  

Unión Campesina /
Comisión Zonal de Tierras