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02 de octubre de 2010

Acerca del texto entregado por el hermano José Cuenca (Mujuj Sonkjo), y la situación de los pueblos originarios.

Los originarios y el Bicentenario

Hoy 1301 / Sobre un documento de sectores kirchneristas

“Construyendo el pacto del Bicentenario entre los pueblos originarios y el estado: una política de interculturalidad”, es el título de un documento firmado en nombre de 23 organizaciones originarias que se dicen “representantes de 700 comunidades, que conforman 20 organizaciones políticas territoriales”, según el documento en la hoja 2 párrafo 6. “Porque aparte de diversidad cultural, una cosmovisión y espiritualidad diferente, tenemos una política propia, basadas en las asambleas comunitarias y el consenso”.
Como hermanos originarios nos preguntamos: Si este documento refleja la política propia ¿cuántas comunidades lo discutieron en asamblea? Parece increíble que 700 comunidades distribuidas en la mayoría de las provincias del país hayan acordado conceptos tan erróneos como el de subordinación de los pueblos originarios al estado opresor, propiedad de los distintos imperialismos, la burguesía intermediaria y los terratenientes, como se propone en la primera página del documento en párrafo quinto y sexto. Que además hayan acordado decir que “este gobierno, que ha dado muestras de avanzar en una política de derechos humanos, puede brindar condiciones para delinear la construcción de un nuevo estado intercultural y descolonizador”.

La realidad kirchnerista
Sólo se puede caracterizar de este modo al gobierno kirchnerista, si se es un funcionario del mismo o un vil puntero de su maquinaria política clientelar. No ver cómo se profundizó a partir del 2003 la extranjerización y ocupación de nuestras pocas tierras que aun nos quedaban, cómo se alambraron los ríos, los lagos, las fuentes de agua pura. Cómo se avanzó con la depredación minera (600 emprendimientos puestos en marcha por este gobierno y sus gobernadores), la aprobación de la llamada ley corta del petróleo que le dio el negocio a los gobernadores para que terminaran de entregar la riqueza natural a monopolios extranjeros o amigos del gobierno, cómo hicieron todas las provincias concesiones viles de áreas sobre nuestras tierras y territorios ancestrales (en Chubut, Río Negro, Neuquen, La Pampa) son muestras claras.
Nos cortaron las veranadas, el recoger leña para el invierno. Ni bañarnos podemos en nuestros ríos.
Enormes luchas hemos librado en esas tierras. Unas hemos ganado otras están en curso. ¿Acaso los hermanos de las comunidades de esas provincias quedaron sin memoria y, al discutir el documento y aprobar ese párrafo, se olvidaron de esta realidad que sufren todos los días gracias a la política del gobierno kirchnerista “de derechos humanos”, de los monopolios y terratenientes como Benetton , Lewis, Tompkins, Repsol, Chevron, Meridian Gold, Barrick, Bajo de la Alumbrera y Panamerican Energy?
¿Por qué los hermanos aprobaron en las asambleas –si las hubo–, un párrafo como el 3 de la hoja 2 donde se describe bastante bien nuestra situación hasta el 2003, como si allí se hubiera terminado y se hubiera mejorado nuestras condiciones, cuando la realidad de los hermanos ha empeorado a niveles insoportables? ¿Acaso la sojización del país no se profundizó con este gobierno que se ató a compradores como el imperialismo chino?
Preguntémosle a las comunidades lules y vilelas de Santiago del Estero y Salta, a los hermanos mocovíes, a los diaguitas, cómo los pool de siembras –los grandes terratenientes como Mindlin, Blaquier– amigos del kirchnerismo han corrido a nuestros hermanos para apropiarse de sus tierras, deforestarlas y sembrar soja, liquidando lo poco que teníamos, destruyendo la biodiversidad, nuestro territorio de caza y pesca, nuestras fuentes de materias primas para la artesanía…

Un gobierno pro-monopolista
¿Nadie dijo nada en las asambleas comunitarias sobre esta realidad a partir del 2003, para que el escrito de la política propia cambiara de opinión sobre el gobierno “nacional y popular” como se lo denomina en el párrafo 6 de la primera pagina? ¿Acaso la nación diaguita no está enfrentando los proyectos mineros en Catamarca y Tucumán? Esa contradicción de suma tensión como las generadas en cada lucha larga y dura que se libra en tantos lugares del país con la política del gobierno se propone en el párrafo 5 de la segunda hoja: “creemos que hay razones para construir un estado intercultural con este gobierno, que tuvo el valor de enfrentarse con nuestros principales enemigos, la sociedad rural, los terratenientes, los patrones de fincas y estancias, los genocidas. Sin embargo estamos convencidos que debe darse un diálogo intercultural para resolver enfoques que consideramos erróneos hacia nuestros pueblos”.
Este gobierno que tiene el apoyo de los monopolios depredadores mineros de ingleses, chinos, canadienses etc., el apoyo de los monopolios petroleros internacionales, de las grandes exportadoras cerealeras, de sectores del narcotráfico y el juego de azar, de dos o tres de los más grandes monopolios en cada rama de la producción agraria, de banqueros depredadores como Heller, Brito, Ezkenazi; ha enfrentado en bloque a algunos sectores terratenientes y a la inmensa mayoría del campesinado medio, rico, a los obreros, en la gran rebelión agraria contra su política.
Preguntamos: ¿los hermanos en las asambleas de las comunidades olvidaron los enemigos jurados que apoyan a este gobierno y nos golpean diariamente? Sin embargo han tenido la cualidad de analizar con precisión la historia y sólo golpear a Roca, Mitre y Sarmiento como genocidas en el párrafo 3 de la primera hoja. ¿Acaso, Rosas, Urquiza no eran terratenientes, y muy grandes? Hacen bien en diferenciarlos, porque nuestros grandes jefes ancestrales como Cafulkura, Paine, los diferenciaron por política. Pero en el documento se trata de genocidas a todos los que participaron en la rebelión agraria. Habría que preguntarse qué hicieron muchos de los funcionarios del actual gobierno y quiénes los apoyaron en 1975, cuando se preparaba el golpe de los genocidas: ¿Lo enfrentaron o le hicieron el juego y lo apoyaron como lo hizo mucha gente de “izquierda”? ¿Acaso nuestros ancianos se han olvidado, han perdido la memoria? Ambos Kirchner han mantenido a genocidas como Roca, Sarmiento y Mitre durante seis años en los billetes de 100, 50 y 2 pesos, haciéndoles una propaganda sin igual entre el pueblo argentino y entre nosotros como próceres del país. No tienen “enfoques que consideramos erróneos”; tienen una política decididamente antioriginaria, depredadora y entreguista, de doble discurso para tratar de disfrazarla.
De ningún modo en estos seis años de su gobierno hemos resuelto las cosas con diálogo sino a fuerza de largas y duras luchas, durante las cuales hemos sido procesados y tuvimos –además de las reivindicaciones– que librar luchas por la libertad y desprocesamiento de hermanos.

Un nuevo Estado
Se propone en el párrafo 7 de la hoja 2 “la construcción de un nuevo estado en el bicentenario”. ¿Cómo proponen hacerlo los hermanos que firman el documento a nombre de 700 comunidades? Hacerlo con este gobierno y organizar partido políticos parlamentarios para ir a elecciones. Proponen integrarnos totalmente al Estado enemigo. Se revuelcan en sus tumbas todos nuestros ancestros. No nos podemos imaginar todos los ministerios, Congreso y Justicia llenos de originarios decidiendo sí al pago de la brutal deuda externa ilegitima y usuraria, como lo hace este gobierno, acordando con el Club de París y con el FMI, para hacer buena letra con los usureros internacionales, así calificamos bien y vienen nuevas inversiones imperialistas, monopolistas y depredadoras que terminen con lo poco que tenemos los originarios.
Para esto serían los cupos de adorno que piden los hermanos.
Construir un nuevo Estado, refundar la republica estamos totalmente de acuerdo, pero para construir hay que destruir lo viejo, terminar con lo podrido. Para eso se necesitan cambios revolucionarios, prepararse para tomar el poder y construir lo nuevo. Para eso debemos mirar a quienes hicieron esto en este país, los revolucionarios de Mayo donde estaban casi todos los representantes de las naciones y pueblos originarios. Sigamos su ejemplo, salgamos de la terrible confusión, porque si se hubieran hecho las asambleas, no se habría escrito este documento ni se habría permitido que un funcionario del kirchnerismo para que lo firmaran los traidores a nuestro pueblo originario, arrogándose la representación de miles y miles de nosotros.
Pero deberán dar explicación comunidad por comunidad porqué lo hacen.