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29 de junio de 2017

Ya se puso en marcha la organización del 11 Encuentro de Originarios, que vuelve a Rosario después de 11 años. La apertura se realizará en el Monumento Nacional a La Bandera, a orillas del Paraná, y las deliberaciones en las escuelas bilingues en el corazón del barrio qom de Travesía.

11 Encuentro Nacional de Naciones y Pueblos Originarios

Rosario, 9 y 10 de setiembre

Llamamiento

Hermanos de los diferentes pueblos y naciones originarias, unamos nuestras manos para que en el telar de la vida, tejamos juntos con cada hebra de nuestras luchas la trama de una nueva historia, nuestra historia.

Llamamiento

Hermanos de los diferentes pueblos y naciones originarias, unamos nuestras manos para que en el telar de la vida, tejamos juntos con cada hebra de nuestras luchas la trama de una nueva historia, nuestra historia.

Por resolución del último Encuentro, realizado en Santa Rosa (La Pampa),  Rosario será  sede este año del 11 Encuentro Nacional de Naciones y Pueblos Originarios, los días 9 y 10 de setiembre de 2017.

Después de 10 años, el Encuentro vuelve a Rosario, su primera sede.

Es un reconocimiento a los pueblos originarios que habitamos desde siempre los territorios provinciales, a nuestras identidades, culturas, y  derechos. A la indomable lucha contra el genocidio, la opresión, la discriminación, el hambre…. Y a los que llegamos después y hoy seguimos luchando principalmente por nuestras tierras ancestrales.

A aquellos que fueron exterminados, después de ser usados para el trabajo esclavo, la servidumbre y como tropa (por reclutamiento forzoso), en las guerras injustas del Paraguay y en las guerras civiles, como pasó con el pueblo abipón.

Al valiente pueblo mocovi, que no dejó de pelear un solo día por sus territorios y su cultura y fue primero “reducido”, y  luego perseguido hasta dispersarlos por las zonas más inhóspitas de la provincia. Que hoy habita en comunidades a lo largo de las rutas y cañadas del norte, y en todas las ciudades del sur provincial, a donde llegaron para cosechar el maíz en las estancias de los terratenientes. Que nunca dejó de mirar a San Javier y Colonia Dolores como garantía de su identidad, valientemente defendida y comunicada por sus “abuelas”, pero que hoy ve en peligro la existencia de su idioma Mocoit.

Y a la nación qom expulsada de nuestras  tierras ancestrales, en Chaco y Formosa, por la voracidad de los conquistadores, utilizada hasta la muerte en los ingenios de la oligarquía salteña. Y sobre los cuales se ejerce hoy un nuevo genocidio,  echándonos de nuestras últimas tierras y  hasta de la siembra del algodón para que avance la soja y la voracidad  de un pequeño número de terratenientes nacionales y extranjeros.

Hoy, decenas de miles  de qom, vivimos  arrinconados y hacinados en la periferia de las grandes ciudades de la Provincia, donde se agrava totalmente la opresión de las mujeres, el sufrimiento de niños y ancianos y la degradación de los jóvenes por la droga y el alcohol.

Mientras  todos, escribimos páginas heroicas de lucha en las calles y en las rutas provinciales por tierra para trabajar y vivir,  trabajo digno, salud y educación. Y en esas luchas defendemos nuestra  identidad como pueblo, nuestro idioma y nuestra cultura.

Luchas por las que dieron la vida numerosos originarios como Mártires López (Pampa del Indio), Roberto López (Colonia Primavera)  y tantos otros.

 Pasan los gobiernos, como ahora el de Macri, y se profundiza la discriminación, la expropiación de nuestras tierras, el desarraigo y la falta de trabajo, el hambre y todos nuestros sufrimientos.

Hoy, esperamos con los brazos y el corazón abiertos,  a los representantes de todos los compañeros  y compañeras de  los pueblos y naciones originarias, de los lugares más  recónditos del país, para conocer nuestras experiencias de lucha, nuestras identidades diversas, nuestros programas y nuestras exigencias.

Junto a los hermanos criollos con los que en esta ciudad de Rosario nos unimos en la pelea y la construcción de nuestros sueños. Contra la prepotencia de los terratenientes y los imperialismos extranjeros, que hacen sangrar por los puertos del río Paraná,  las riquezas producidas por nuestro pueblo.

Es a orillas de ese mismo río Paraná, que los recibiremos,  para unirnos más aún entre nosotros y con todos los sectores populares.

Los esperamos.