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07 de diciembre de 2010

Castigo a los asesinos de Roberto López, qom de Formosa, militante de la CCC.

Tierra y justicia

Hoy 1347 / La hora política

1. La sangre derramada

Roberto López fue asesinado por una fuerza represiva integrada por la banda armada de los terratenientes Celía y la policía provincial. Roberto cayó en un acto heroico, salvando la vida de un hermano qom. Su esposa, Erma, recordó sus palabras: “Me dijo que si él moría, iba a servir para recuperar las tierras de la comunidad”.

1. La sangre derramada

Roberto López fue asesinado por una fuerza represiva integrada por la banda armada de los terratenientes Celía y la policía provincial. Roberto cayó en un acto heroico, salvando la vida de un hermano qom. Su esposa, Erma, recordó sus palabras: “Me dijo que si él moría, iba a servir para recuperar las tierras de la comunidad”.

La situación es muy grave en La Primavera: casas arrasadas por la represión, enfermos y heridos que no van a los hospitales porque temen por sus vidas, originarios con amenaza de muerte.

Las delegaciones solidarias que llegan –originarios, diputados, Juan Carlos Alderete y la CCC–, son tratadas como delincuentes por el gobierno provincial. Los qom los reciben como hermanos cuando pueden llegar, si no les bloquean el viaje a La Primavera, como sucedió con la delegación en la que participaban Patricia Walsh y Ricardo Gómez. Crece la lucha solidaria, en todo el país, de originarios, de la CCC, de Memoria Verdad y Justicia, etc.

La firmeza de los qom ha provocado un gran revulsivo en los originarios y campesinos con sed de tierra. La sangre derramada no va a ser en vano: la decisión y valentía de Roberto López iluminó un camino. El debate sobre el problema de la propiedad de la tierra y el poder oligárquico asesino, se han instalado como ejes de la política nacional.

 

2. La lucha por la tierra

La asamblea de La Primavera escuchó el relato de la reunión de Félix Díaz con el ministro del Interior, Randazzo, quién le “prometió solucionar la tierra”. Pero no le dijo nada sobre el castigo a los responsables de los asesinatos, los miembros y organizadores de la banda armada, los que dieron la orden de actuar a la asociación ilícita de la banda y la policía, los que ordenaron llevar armas de fuego y los que ordenaron tirar a matar.

La presidenta, Cristina Kirchner, no ha dicho una palabra de la represión asesina. Pero tuvo tiempo, cuando la sangre qom estaba caliente, para mostrarse sonriente junto al jefe político de la represión, el gobernador Insfrán.

El silencio de la presidenta y los movimientos de su gobierno, buscan preservar la alianza con Insfrán (política y de negocios), y sacarle el cuero a su responsabilidad como gobierno nacional.

Para eso, busca tapar lo que mostró en La Primavera: lo que asoma de algo muy grande. Solo en el norte del país, hay 164 conflictos por la tierra, que afectan a 950.000 personas, de originarios y de criollos, que abarcan una extensión de 8 millones de hectáreas (datos de la organización Redaf, Página, 6/12).Y esas cifras se duplican sumando los la región cordillerana y la Patagonia. Es esta oleada de conflictos la que obligó al gobierno a aprobar la ley 26.160 de censo de las tierras de los originarios.

Grandes terratenientes desataron una ofensiva –con el apoyo de gobiernos provinciales y el silencio cómplice del gobierno nacional– para la venta de “tierras fiscales” que son de los originarios y campesinos. Un negocio fabuloso en el que el estado vende por un peso lo que vale miles y no es suyo.

La lucha de La Primavera desnuda el carácter reaccionario y fascista de esta ofensiva terrateniente, y es un punto de referencia para los originarios y campesinos que sufren la misma situación. Como se dijo en La Primavera. El gobierno y los terratenientes harán lo imposible para tapar lo que se destapó en Formosa. Este gobierno nacional viene de ser gerente, en Santa Cruz, provincia con algunos de los más grandes terratenientes del país, los grandes laneros: Beneton, Braun Menéndez, Menéndez Behety, etc.

 

3. El “modelo K”

En la base del agravamiento de los conflictos por la tierra –asesinato de originarios, bandas armadas de terratenientes, y desalojos por esas bandas y las policías–, estála política K: 1) sojizar el país en beneficio de grandes pooles y terratenientes, monopolios comercializadores y fabricantes de insumos; 2) entrega de la minería a monopolios imperialistas que pagan un 3% de regalías, y el 1% cuando salen por puertos patagónicos (en Bolivia pagan hasta el 40%, como en el litio); 3) deforestación para el monocultivo maderero para papel y pasta; 4) la venta valles y de zonas turísticas.

Sin democratizar la tenencia de la tierra, con una reforma agraria profunda no hay salida al hambre, la desocupación y la pobreza.Es necesario acabar con la concentración de la tierra en función de las ganancias de un puñado de pooles, grandes terratenientes y monopolios, y la penetración de capitales imperialistas. Los qom de La Primavera nos convocan a unir fuerzas para colocar el tema de la tierra en el centro de la política nacional.

Además, las bandas armadas de terratenientes y las policías de “gatillo fácil” que asesinaron a Roberto López, los matones de Pedraza y los monopolios ferroviarios, y la Policía Federal que dio “zona liberada” para el asesinato de Mariano Ferreyra, son muestras de la organización de fuerzas para-estatales, para la represión al pueblo. Grupos que, en su momento, como ha ocurrido históricamente, se convierten en grupos de choque de los golpes de Estado. Los asesinatos de Roberto y Mariano son brotes de fascismo que hay que aplastar cuando aún es tiempo.

 

4. Un gran picnic

Los asesinatos de Mariano Ferreyra y Roberto López, pusieron en evidencia que la política K descarga, sobre los trabajadores y el pueblo, el peso de la inflación y las consecuencias de la crisis mundial. Lo hace a través de la superexplotación de la juventud en las fábricas, el trabajo en negro y las tercerizadas; los sufrimientos y el robo de tierras a originarios y campesinos; y una enorme masa de desocupados, en la ciudad y el campo, para presionar los salarios a la baja.

El gobierno ha debido hacer concesiones a las luchas populares. Las hace para tratar de frenar las luchas, y aislar los conflictos obreros por salarios. Para eso, la presidenta abrió la negociación del “pacto social” que ponga un “tope” del 18% a los aumentos en las paritarias. Pero avanzan las luchas y las conquistas.

Por la misma razón, Yasky y el gobierno han trabajado para ensuciar y dividir a la CTA. Hay que pelear con todo en las complementarias del 9 para garantizar el triunfo de la Lista 1.

Los monopolios ponen condiciones para ese pacto: reducir las cargas por accidentes laborales, créditos blandos. Otras condiciones vienen de afuera: la invitación al FMI para un “nuevo” índice de costo de la vida, pago al Club de París de las deudas de la dictadura, etc. También Moyano y los jerarcas sindicales, “apretados” por los juicios por los medicamentos truchos de sus obras sociales, reclaman el fin de esos juicios. Son tironeos que reflejan la división de los de arriba.

El gran picnic de Hoy y Chispa mostró a una fuerza que está a la cabeza de las grandes luchas obreras y populares, patrióticas y democráticas. Una fuerza que crece y se fortalece. Que llamó a contribuir a los avales y la afiliación al PTP. Que trabaja para reagrupar a las fuerzas que quieren resolver las urgencias y necesidades del pueblo y de la patria. Que convoca a integrarse a las filas del PCR para que avance el camino del Argentinazo y la rebelión agraria y federal para la conquista de un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, y de paso a una revolución de liberación nacional y social.