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06 de septiembre de 2017

Maldonado: debate necesario en las escuelas

Unir, exigiendo su aparición con vida

Las reservas vinculadas a la defensa de los derechos humanos (DDHH) del pueblo argentino son inmensas. En distintos momentos desde la historia lejana hasta el presente aflora con total magnitud. 

Las reservas vinculadas a la defensa de los derechos humanos (DDHH) del pueblo argentino son inmensas. En distintos momentos desde la historia lejana hasta el presente aflora con total magnitud. 
Esos derechos a la vida, sociales, económicos, políticos, culturales, etc. forman parte de la profunda conciencia colectiva de nuestro pueblo. Por esa razón, sensibles a las injusticias, de conjunto enfrentamos con mucha fuerza el hambre, la desocupación y se profundiza infinitamente vale en casos de represión abierta, asesinatos o desaparición de personas, mucho más después de la dictadura sangrienta que sufrió nuestro país. 
El Estado sabe de estas inmensas reservas por eso en este caso, a través del gobierno de Macri, tiene que ensuciar los reclamos y de la manera más reaccionaria busca el enfrentamiento de pobres contra pobres diluyendo así la lucha de clases que verdaderamente motoriza estos conflictos. 
En la desaparición de Santiago Maldonado, una vez más, se ensucia a la víctima, se intenta instalar hechos históricos absolutamente falsos como la lucha territorial entre Argentina y Chile, entre mapuches y tehuelches, etc. escondiendo las verdaderas razones del conflicto, con nombres propios que van desde el genocida Julio A. Roca llegando a Benetton, Lewis, etc. como los “beneficiados” por una política de entrega, concentración y extranjerización de nuestras tierras.
 Como sucedió con el intento de aprobar el 2×1 a favor de los represores de la dictadura, la desaparición de Santiago produjo la explosión de las redes sociales y los medios de comunicación entre personas saltaron el cerco mediático imponiendo en forma masiva la consigna de aparición con vida de Maldonado y el castigo a los responsables.
En las escuelas se refleja todo esto y surgen discusiones que tenemos que dar sin dogmatismo. 
Es fundamental argumentar y combatir mucho las ideas reaccionarias y también para unir a las escuelas tenemos que combatir el mezquino oportunismo político. Un gran sector de las escuelas no duda en denunciar la violación a los DDHH pero no acepta y/o se paraliza si esto lo intenta capitalizar el kirchnerismo. 
Las banderas de los derechos humanos deben ser enarboladas por aquellos que tenemos el respaldo histórico de haber luchado contra la dictadura, exigido la aparición con vida de Julio López, el castigo a los responsables materiales y políticos de los asesinatos de Fuentealba, Mariano Ferreira, denunciado la represión y crímenes contra los qom, el “accidente” que llevó a la muerte a Mártires López, reclamado la destitución de Milani entre tantas cosas. 
Así ayudamos a unir a las escuelas y a esclarecer y relacionar las condiciones de vida de nuestros alumnos, sus familias, el estado de las escuelas, los comedores escolares, etc. con esta política de ajuste y entrega, la misma política que oprime a los pueblos originarios, la misma política que detuvo y produjo la desaparición de Santiago. 
Uniendo las escuelas aparecen maravillosas expresiones sensibles, solidarias con iniciativas que se multiplican y forman parte de las mejores expresiones del pueblo argentino que fiel a su historia exige ahora por la inmediata aparición con vida de Santiago Maldonado y el castigo a los culpables.