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06 de mayo de 2014

Plan de lucha y paro nacional multisectorial activo de 36 horas para torcerle el brazo a la política K de ajuste, inflación e inseguridad, y no dar paso a los programas pasados por lavandina de los otros candidatos publicitados por el sistema.

Hay una salida popular al ajuste

Hora política Hoy 1517

1. El “tornado”

El parazo nacional multisectorial, con piquetes, del 10 de abril, sigue tiñendo la situación política.

1. El “tornado”

El parazo nacional multisectorial, con piquetes, del 10 de abril, sigue tiñendo la situación política.

A partir de diciembre pasado “el tornado de aquellos meses (…) no estuvo demasiado lejos de arrasar con todo, gobierno incluido” (confesión de Horacio Verbitsky, Página 12, 4/5). Llama “tornado” a los cientos de piquetes por el corte de electricidad, las revueltas policiales, los saqueos, la corrida al dólar, la presión por aumentos salariales en las paritarias “como a las policías”, etc. Verbitsky alerta que la situación puede repetirse luego del Mundial de Fútbol y el fin del ingreso de los dólares de la soja.

Lo que no quiere reconocer el escriba K es que no va más el cuento de Cristina K de que la Argentina es Disneylandia. La presidenta dijo que el 1º de Mayo debía celebrarse con más puestos de trabajo, mientras el Indec reconocía que, en lo que va del año, cayó el empleo el 1,2% en la industria, y la caída en la construcción sumará más desocupados. Esos datos no registran los despidos de trabajadores en negro, que son 4 de cada 10.

 

2. No va más Disneylandia

Luego de que el gobierno festejara su Disneylandia, con una pobreza reducida al 4,7% y la indigencia al 1,4% según el INDEC, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica, hizo pública su medición: 27,5% de pobres (11 millones de personas), de los cuales 5,5% son indigentes (2,2 millones). Un estudio de Claudio Lozano eleva esas penosa situación de pobreza al 36,5% (15,4 millones de argentinos), y la indigencia al 12,1% (5 millones de personas). Los datos de la UCA y Lozano son de diciembre del 2013, antes de la devaluación y el pico de inflación que empujaron a nuevos cientos de miles de familias a la miseria. Y van por más pobres: ahora aumentaron las naftas el 3,8%, el ferrocarril San Martín el 100%, las tarifas aéreas el 12%, y los cigarrillos el 25%.

Encuestas reservadas encargadas por el kirchnerismo y otras fuerzas, coinciden en el estado de ánimo de la población: con bronca 58%, triste/desanimada 25%, contenta/esperanzada 13%, y no sabe/no contesta 4%. De los que están ahora con bronca o tristes/desanimados, el 72% votó a Cristina K en el 2011. Esto es lo que mostró el parazo del 10/4; y lo que tonificó ese paro.

 

3. Superexplotación, latifundio y dependencia

El gobierno y sus candidatos niegan el agravamiento de la situación de las masas populares y de la economía nacional. La oposición publicitada por otros multimedios del sistema (el Frente Renovador de Massa, el PRO de Macri, y el Frente Amplio Unen de Cobos, Binner y Carrió) venían reclamando “consensuar” (acordar) algunas medidas económicas, que Cristina K viene aplicando: devaluación, frenar la producción, etc.; lo que ahora le piden es profundizar ese ajuste. De igual manera, en nombre de “la gobernabilidad”, apoyan o hacen la vista gorda con la política de criminalizar y reprimir a la protesta popular (ver nota sobre Milani en pág. 3). Es una oposición que le da la espalda a los reclamos que instaló el paro nacional en la agenda política, o agitan demagógicamente algún reclamo sabiendo que nunca será aprobado por un Congreso dominado por el kirchnerismo.

La política kirchnerista agrava la miseria popular y los problemas de fondo del país. Los programas de FR, PRO, FAU, lavados con lavandina, no dan respuesta a ninguno de esos problemas.

Paradar vuelta la tortilla, es necesario abordar los problemas de fondo.

1. Revertir el proceso, iniciado por la dictadura de Videla, y continuado por los gobiernos que le siguieron: en 1975, el 50% del producto bruto interno fue a la masa salarial, hoy no llega ni a la mitad de esa cifra. Se lo conquistó con grandes luchas y el resurgimiento del clasismo, de lo que fue expresión el SMATA de Córdoba liderado por René Salamanca.

2. Revertir el proceso de concentración y extranjerización de la tierra, llevado a fondo por el kirchnerismo con la sojización, en beneficio de un puñado de grandes terratenientes, grandes pooles y monopolios imperialistas comercializadores de granos y proveedores de insumos. La sojización arrasa con la producción de trigo, la ganadería, las tierras para frutas y verduras, provocando el alza de los precios de los alimentos y la ruina de los pequeños y medianos productores.

3. Revertir el proceso de extranjerización, concentración y liquidación de la industria nacional, reemplazándola por armaderos como los de la industria automotriz, electrodomésticos y electrónica; y por una verdadera invasión de importaciones, sobre todo de China y Brasil. Se liquidó la industria ferroviaria, Néstor K fue a “reabrir” talleres ferroviarios que nunca se pusieron en funcionamiento y ahora importamos trenes llave en mano de China, de donde también se importan hasta los uniformes militares para un Ejército que no tiene balas.

El grado de sometimiento nacional lo muestra la peregrinación de los candidatos del sistema a capitales imperialistas: Estados Unidos, Europa, China o Rusia. Ejemplo de ese servilismo cipayo lo dan el gobierno K retomando los acuerdos con el mayor cartel narco del mundo, la DEA yanqui, y que también negociaron con esa repartición Massa y De la Sota. Scioli mandó a su jefe de Gabinete y a su ministra de Economía a Londres a “responder inquietudes políticas” y reunirse con “inversores”. Y los líderes del FAU desfilan por la embajada francesa y otras de Europa.

 

4. Las multisectoriales

La crisis social, la grave situación económica, y la inestabilidad política (como lo reconoce Verbitsky en lo reproducido al comienzo de esta nota), exigen un gran reagrupamiento popular que recoja el programa que trazan los trabajadores y el pueblo con sus luchas, sus urgencias y sus necesidades, claramente antioligárquico y antiimperialista.

Un frente cuya tarea central sea recoger la bronca que hierve por abajo y una a las amplias masas populares en cientos de multisectoriales, a lo largo y ancho del país. Multisectoriales que tomen en sus manos la unidad para la lucha ahora, para arrancar desde abajo el plan de lucha que se inicie con un paro nacional multisectorial activo de 36 horas. La marcha convocada por la CTA, la CCC y otras organizaciones abona ese camino. Y sobre los cimientos de las multisectoriales, que esa unidad se exprese también en las elecciones.

Es un error de las fuerzas trosquistas subordinar la unidad para la lucha a estrategias electorales con vistas al… 2019, como se ha visto este 1° de Mayo. Así, sectarizan la unidad para la lucha y empujan el aislamiento de las fuerzas clasistas y de la izquierda. Más aún, cuando ese sectarismo, de hecho, genera ilusiones en que la situación de las masas se puede resolver por el camino parlamentario.

Los avances de la campaña por la personería del PTP, al filo de decidirse la personería en Neuquén y con ella la nacional, y el fortalecimiento de la CCC y el PCR, muestran que, apoyándose en la bronca y la combatividad de grandes masas trabajadoras y populares es posible avanzar y ser motores del paro nacional, de los frentes populares y las multisectoriales.

El gran acto del 1ª de Mayo en Córdoba, cuna del renacimiento del clasismo, organizado por la CCC, y con la participación del PTP y el PCR, la apertura esta semana de la causa René Salamanca en el juicio contra los genocidas de la dictadura, y el acto de homenaje a Norma Nasiff el 16/5, nos fortalecen en la lucha, siempre con el objetivo puesto en dar vuelta la tortilla a favor de clase obrera y el pueblo.