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13 de septiembre de 2011

El PTP y el PCR despliegan su campaña política peleando el voto a los frentes que integramos y la afiliación al PTP, encabezando las luchas populares

Fortalecer los frentes electorales y el PTP

Hoy 1386 / La hora política

1. El aumento de la asignación por hijo

1. El aumento de la asignación por hijo

El gobierno nacional dispuso un aumento de $ 220 a $ 280 de la asignación por hijo. Es la medida social más importante que tomó la presidenta, cuando el país sufrió el primer golpe de la crisis, en el 2009. Para muchísimas familias es prácticamente su único ingreso fijo. Según la ANSES, cobran esa asignación 3.600.000 niños (www.anses.gov.ar).

La asignación por hijo había sido largamente reclamada por las organizaciones populares, en particular el movimiento de desocupados, hasta que el gobierno la concedió. Luego hubo luchas, como la de los colegios privados de barrios pobres de Rosario, que ganaron ser incluidos. Y luchas por la verdadera universalización de esa asignación, y para que no sea usada como presión política sobre las familias beneficiarias.

También se ha luchado y se lucha por la actualización automática de acuerdo al aumento del costo de la vida real. El aumento otorgado por el gobierno fue del 22,7%, por debajo del aumento real de la canasta familiar, y muy por debajo del aumento de los alimentos en los que gastan sus ingresos las familias más pobres. El que recibe un plan social tiene que renunciar para cobrar la asignación, también el estudiante que tiene una beca. Y la cobran solo los trabajadores con ingreso en negro por debajo del salario mínimo (acaba de ser aumentado a $ 2.300, apenas la mitad o menos de la canasta familiar), dejando afuera a muchísimas familias pobres.

 

2. ¿Quién la está pagando?

Los trabajadores en blanco aportan de su salario cargas sociales que recauda la ANSES(jubilaciones, obra social, asignaciones familiares, etc.). Estos aportes incluyen los descuentos directos (figuran como aportes), y las mal llamadas “contribuciones patronales”, que son en realidad la parte del salario diferida que recauda el Estado (la ANSES) y debería volver al trabajador a través de la jubilación, asignaciones familiares, etc. Un ejemplo: el encargado de un edificio con 13 años de antigüedad y los beneficios del convenio cobra de sueldo de bolsillo de $ 3.641, y su salario diferido es de $ 2.149 va a parar a la ANSES. Claro que éste lo usa a su antojo, prestándole plata al gobierno a intereses bajísimos, hasta para pagar la deuda ilegítima y fraudulenta.

En el año 2009, el gobierno nacional impuso un techo de $ 4.800 en el sueldo de los trabajadores en blanco para poder cobrar el salario familiar por hijo. Ese techo provocó que los padres de 600.000 niños, que aportan y cobraban ese salario familiar, dejaron de cobrarlo.

En el 2010 los aportes de los trabajadores aumentaron cerca del 30%, pero el techo para recibir el salario por hijo no se aumentó, con lo que más trabajadores dejaron de percibir el salario familiar por hijo, y la ANSES se embolsó $ 2.500 millones.

Este año, el techo salarial para cobrar el salario familiar por hijo aumentó, ahora, a 5.200 pesos, nuevamente por debajo de la inflación. El resultado se estima en que no cobrarán la asignación por hijo otros 300.000 niños. Y teniendo en cuenta los aumentos de los aportes de los trabajadores, la ANSES se quedará con $ 3.900 millones de aportes de los trabajadores.

Los $ 11.000 millones para la asignación por hijo se financian con los intereses del Fondo de Garantía de la ANSES, dice el gobierno. Pero ese Fondo se formó con inversiones hechas con la plata de los aportes de los trabajadores, y es para las jubilaciones. Y como este año no alcanzaría, el gobierno cubriria el resto con los aportes de los trabajadores que el gobierno se embolsa por el techo salarial que recorta año a año los beneficiarios del salario familiar por hijo.

El gobierno de Cristina Kirchner usa a su antojo la plata para los jubilados que recauda la ANSES, pero vetó la ley del 82% a las jubilaciones diciendo que la ANSES se iba a fundir. Y le paga a cuentagotas los juicios a casi 500.000 jubilados que han demostrado en la justicia que la ANSES les pagó de menos.

Es decir, el gobierno K paga la asignación por hijo con los aportes de los trabajadores en blanco, y manteniendo jubilaciones y pensiones de miseria a los trabajadores jubilados.

 

3. “Ni hablar de la crisis”

“Las compañeras no quieren ni escuchar hablar de la crisis. Y con la robotización de varias líneas de producción, sienten que después que las exprimieron preparan los despidos”, cuenta María Rosario que se habla en la Kraft.

Los trabajadores miran la TV y ven cómo está la economía mundial. Y ven, también, cómo las burguesías imperialistas aplican ajustes que descargan la crisis sobre los trabajadores y los pueblos. Obama ha tenido que presentar un plan para aumentar el empleo, se dice que de 470.000 de dólares. La Unión Europea y el FMI forzaron al gobierno griego cumplir a rajatabla el tercer ajuste. En Brasil, las terminales automotrices aplican suspensiones a sus trabajadores porque aumentó el stock de autos sin vender.

La presidenta Cristina K acaba de reconocer que la economía nacional no está “encapsulada”.

La mayoría de los trabajadores perciben, como se vio en las elecciones del 14 de agosto, que el gobierno no aplica una política de ajuste y mano dura tradicional, como es la receta de la derecha opositora, y muchos consideran que, luchando, se arrancan conquistas, como los aumentos en las paritarias que emparejaron la trepada de precios.

Por eso es importante ver cómo va actuando el gobierno K. La asignación por hijo fue la medida social más importante que tomó cuando el país sufrió el primer golpe de la crisis. Pero lo hizo metiéndole la mano a los aportes trabajadores que recauda la ANSES.

Frente a una crisis mundial de esta magnitud, que va a ser prolongada, con idas y vueltas, hay que luchar para que los gastos sociales se paguen con impuestos a actividades que no pagan, como la especulación financiera y el juego, o pagan el 2 o 3% como la minería, y derogando medidas impuestas por el menemismo en los 90, como la reducción a la mitad de los “aportes patronales”.

Y sobre todo, hay que recuperar los cuerpos de delegados y comisiones internas de las grandes empresas, para que la clase obrera se prepare para el largo período de combates sociales y políticos que se avecina. Para que la clase obrera afronte las tormentas que vienen con una columna vertebral fuerte, y un programa que la una a las masas populares en un camino liberador.

 

4. Campaña en las grandes fábricas

Con la cancha marcada por las elecciones del 14/8, el gobierno se instaló como protagonista principal del escenario electoral. Por eso, tiene tanta importancia confrontar con la política K, en las masas, como es el caso de quién paga los costos sociales de esa política K: ¿los monopolios y terratenientes que se benefician con ella, o los trabajadores? Lo que exige coordinar en los frentes que integran el PTP y el PCR una gran campaña política de masas.

Desde el PTP y el PCR trabajamos para que el centro de esa campaña política de masas esté dirigido a las grandes concentraciones obreras. También a las concentraciones del campesinado pobre y medio y el estudiantado. Y vamos a poner el centro en la pelea cuerpo a cuerpo por el voto a los frentes provinciales y municipales que integramos, y la ficha de afiliación al PTP para garantizar su personería. Este es el centro de nuestro trabajo, articulándolo con las luchas.

En Chubut y La Pampa, hemos avanzado en el reagrupamiento de fuerzas acordando el voto a las listas del Movimiento Proyecto Sur, y en otras provincias estamos conversando para llegar a acuerdos provinciales con el Frente Amplio Progresista. La política de reagrupamiento de las fuerzas sigue dando frutos para el terreno electoral y, principalmente, sigue creando condiciones para avanzar, antes y después de las elecciones, en acuerdos para la lucha y crear condiciones para un centro coordinador unitario que apunte a las tormentas sociales y políticas, en la medida en que la crisis nos vaya golpeando.

El PTP y el PCR han hecho precisiones en su posición electoral para las provincias en las que ya se realizaron las elecciones provinciales o no hay frentes o acuerdos para las mismas, y la ley de internas K proscribió a los candidatos a legisladores nacionales. En esas provincias donde solo se vota a presidente y vice, haremos campaña política, afiliando al PTP e impulsando el voto programático: poniendo en la urna los puntos fundamentales del programa acordado en los frentes y los 10 puntos del PTP y el PCR.