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25 de noviembre de 2015

Reclamos de mujeres negras de Brasil

Multitudinarias movilizaciones contra el racismo y la discriminación

 En las últimas semanas, miles de mujeres brasileñas han salido con todo en reacción a los proyectos de ley más restrictivos aún con el aborto presentados por el presidente de la cámara Eduardo Cunha. Tal como denuncian, las mujeres negras de Brasil se sienten triplemente maltratadas por una cuestión de género, clase social y color de piel.

 En las últimas semanas, miles de mujeres brasileñas han salido con todo en reacción a los proyectos de ley más restrictivos aún con el aborto presentados por el presidente de la cámara Eduardo Cunha. Tal como denuncian, las mujeres negras de Brasil se sienten triplemente maltratadas por una cuestión de género, clase social y color de piel.
En la víspera del día de la conciencia negra, unas 10.000 marcharon en Brasilia este miércoles en la Esplanada de los Ministerios para pedir igualdad y gritar contra el racismo y la violencia que sufren cotidianamente las clases más populares del país. Durante la manifestación, dos policías civiles fueron detenidos por disparar al cielo. Al menos uno de ellos, informó Globonews, formaba parte del grupo acampado delante del Congreso que pide la vuelta de los militares al poder. 
Las organizaciones denuncian cómo la mayoría de los 50.000 homicidios anuales que tienen lugar en el país -y de los más de 3.000 llevados a cabo por la policía- tienen como objetivo a las juventudes negras. Las mismas estadísticas apuntan que el número de mujeres negras asesinadas ha aumentado un 54% en los últimos 10 años mientras que el de mujeres blancas ha disminuido un 10% y más de la mitad de los crímenes contra las mujeres tuvieron lugar en el ámbito doméstico. En las últimas semanas, varios millares de mujeres salieron a las calles en Rio de Janeiro, São Paulo, Brasilia y otras ciudades para pedir que pare el proyecto de Cunha que prevé castigar penalmente a quien ayude a abortar y restringir aún más las excepciones de aborto, así como podría dificultar el acceso de las mujeres a la píldora anticonceptiva. En dichas marchas, también se pidió más respeto a las mujeres, pues el acoso sexual en las calles es una rutina, como mostró el reciente hashtag #meuprimeiroassedio, en el que decenas de miles de brasileñas contaron su primera experiencia como víctimas de algún tipo de acoso sexual. 
El país registra unas 50.000 violaciones por año (que podrían ser el triple contando los casos no denunciados) y 26.000 denuncias de abuso sexual contra menores de 18 años. La presidenta Dilma Rousseff, después de encontrarse con las representantes del colectivo, recibió en su despacho a la subsecretaria general de Naciones Unidas y directora ejecutiva de ONU Mujeres, la sudafricana Phumzile Mlambo Ngcuka, que también participó en la protesta.