Noticias

06 de diciembre de 2017

El colectivo que integramos, el Taller por la Liberación de la Mujer Célica Gómez, participó, junto con otros colectivos y mujeres independientes, de la organización del Primer Encuentro de Mujeres del Uruguay (EMU) realizado los días 3,4 y 5 de noviembre.

Las mujeres nos encontramos

Por primera vez en el Uruguay

Con gran orgullo festejamos esta decisión de haber lanzado lo que considerábamos, algunas desde hace mucho tiempo, una necesidad para que la problemática específica de la mujer uruguaya se debatiera, convocara a todas las mujeres, tuviera continuidad y recorriera el país.

Con gran orgullo festejamos esta decisión de haber lanzado lo que considerábamos, algunas desde hace mucho tiempo, una necesidad para que la problemática específica de la mujer uruguaya se debatiera, convocara a todas las mujeres, tuviera continuidad y recorriera el país.
Hoy podemos decir que este encuentro cumplió con lo que se propuso desde un primer momento, en acuerdo con todas las compañeras organizadoras, fue autoconvocado, autofinanciado y horizontal. 
Durante tres días, mujeres de todo el país y también de Argentina y de otros países de Latinoamérica, participamos de las rondas de intercambio (21 rondas), donde se tomaron todas las opiniones. Nos consta que fueron muy ricos los aportes, y las mujeres nos manifestaban su satisfacción por haber podido expresar u oír importantes conceptos y experiencias de mujeres, entre mujeres. Salían fortalecidas, a difundir ideas y así asegurarle continuidad al Encuentro.
 Aunque hubo intentos de desviar este principio inicial de no imponer posiciones o planes generales para todas las mujeres del país mediante el voto, comprobamos que en el intercambio igualitario y horizontal está la fuerza del Encuentro. Las rondas son el alma del Encuentro.
Las actividades artísticas de todo tipo pudieron desarrollarse de la mejor manera, así como la concurrencia de mujeres que con bellísimas artesanías cubrían las calles próximas al Encuentro.
La marcha del día domingo era un punto fuerte, expresión de lucha combativa del Encuentro donde también hubo diversidad en las consignas y formas de expresar las exigencias de las mujeres y denunciar los responsables directos de las peores situaciones por las que atravesamos en esta sociedad capitalista. 
Este Encuentro hecho por un conjunto de mujeres, con el esfuerzo desinteresado y únicamente comprometido con las mujeres, fue absolutamente ignorado y cercado por la inmensa mayoría de los medios de comunicación masivos.
Una nueva oleada de mujeres jóvenes están dispuestas a denunciar cada agresión, cada maltrato, cada acoso, cada sometimiento, cada injusticia en el plano laboral, en la salud, para que esto pare, se vea y no se naturalice, analizando en cada caso cómo la previsión y atención debida de las víctimas, evitaría los feminicidios.
Sin duda que existen diferencias dentro del movimiento de mujeres en cuanto a cuál es la línea a seguir para generar conciencia en este tema tan sentido y tan antiguo y cuáles son los enemigos, como acusar, cómo ampliar el movimiento para que sea la masividad de las mujeres las que como fuerza contribuyan a cambiar esta sociedad patriarcal y machista.
A esta masividad apostamos, a la construcción de un Encuentro que denuncie y abarque todas las posiciones, y desde nosotras denunciar fundamentalmente la complicidad del gobierno del F.A. por acción u omisión en el tema mujer y en los temas en que condenan a todo el pueblo a la desocupación, con salarios y jubilaciones de hambre, que extranjeriza la tierra comprometiendo hasta nuestra alimentación, que niega el presupuesto necesario a la educación y la salud pública. 
No desconocemos el papel nefasto, que, como parte del aparato ideológico del Estado, cumple la iglesia católica y en general la religión, denunciamos su fastuosidad, su compromiso con el capitalismo, su reaccionarismo para con la mujer por ser punta de lanza en promover la ignorancia ante la anticoncepción, ante el aborto libre y seguro, ante la sexualidad en general. La corrupción y la decrepitud moral, que pulula en su seno. 
Esto no significa que no respetemos a las mujeres, que siendo religiosas luchan contra las injusticias y comprenden la problemática de la mujer. Para sumarlas a la causa hay que tener un estilo adecuado y un respeto por sus creencias.
Esto es así, pero es el Estado y el gobierno que lo administra en cada momento, particularmente este gobierno entreguista y oportunista, pro imperialista del F.A. a quien responsabilizamos principalmente por el sufrimiento de las mujeres y del pueblo en general.
Queremos y luchamos por la liberación de la mujer, por condiciones de mayor igualdad en esta sociedad y por la plena igualdad en otra sociedad por la que luchamos, sin explotados ni explotadores. Es por esto que no promovemos encuentros de mujeres para alguna acción, para sacarnos las ganas o dar rienda suelta a la bronca justificada sin duda, tampoco nos conforma un pequeño movimiento de valientes autoconvencidas, queremos y promovemos un movimiento de mujeres, de miles de mujeres que se decidan a luchar, sin las cuales ninguna revolución será posible. Las acciones de miles de mujeres protagonizaron todas las revoluciones conocidas, desde las revoluciones burguesas hasta las revoluciones proletarias, esto es comprobable, es Historia.
Este EMU, este feminismo popular, estas mujeres de pueblo, se lanzan a hacer historia.
Ya tiene una nueva sede, discutida y, finalmente, acordada entre todas. El nuevo Encuentro, en el 2018, será en Maldonado, y las compañeras de allá se aprontan para convocar a una nueva comisión organizadora. ¡Adelante queridas compañeras!
Al cierre de esta nota ya sumamos a la triste lista de feminicidios a tres niñas y una mujer, por lo cual nos juntaremos en alerta con las compañeras, y redoblaremos nuestro esfuerzo y compromiso en este frente.