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21 de octubre de 2015

Las “dificultades” en la economía china están generando una nueva oleada de luchas en las empresas, en las que los trabajadores defienden el valor de sus salarios, y se oponen a nuevas medidas flexibilizadoras, suspensiones y despidos que se están viendo en distintas ramas.

Las diferencias salariales en China

Una nueva generación obrera se organiza y lucha

En el último mes se han registrado reclamos de los trabajadores de la Foxconn, el fabricante de productos electrónicos más grande del mundo, en su complejo de Longhua, Shenzhen, cuando descubrieron que la empresa les hace las contribuciones para el seguro social sobre el sueldo básico y no sobre el ingreso total. Foxconn, en represalia, despidió a los 16 trabajadores que impulsaron las protestas, acusándolos de “dañar la reputación de la empresa”. 
Uno de los despedidos afirmó que el fraude laboral puede afectar a cerca de 100 mil trabajadores. Tengamos en cuenta que el complejo de Longhua, Shenzhen es una gigantesca “ciudad amurallada” de 3km cuadrados donde trabajan, en 15 plantas, entre 230 mil y 450 mil personas, según distintas fuentes. “Foxconn City” o “iPod City”, como se la conoce, tiene además 18 “dormitorios” donde se alojan miles de obreros, su propia red televisiva, supermercados, bancos, restaurantes, etc. 
En la misma Shenzhen, los trabajadores de Walmart rechazaron el despido del comité sindical una de las 25 sucursales que el gigante norteamericano tiene en la ciudad, por oponerse a una reglamentación que permite a los gerentes echar trabajadores si desobedecen tres de sus órdenes.
Por otro lado, se han conocido declaraciones de una activista por los derechos sindicales, Zhu Xiaomei, fue despedida de la fábrica de Hitachi Metals en Guangzhou en enero de 2014 por su campaña para el establecimiento de un sindicato de empresa. Zhu llevó su caso a los tribunales de arbitraje y ganó el pago de una indemnización que la empresa le negaba. Hoy colabora en la organización sindical en otras empresas, y recientemente afirmó: “Desde el momento en que empecé en Hitachi Metals de adolescente, he sido testigo de primera mano cómo creció el activismo de los trabajadores. En aquel entonces, la mayoría de los trabajadores eran de zonas rurales y estábamos contentos con ganar más que en las zonas rurales. Cuando violaban nuestros derechos laborales no sabíamos qué hacer. Hoy hay una nueva generación de trabajadores que organiza huelgas, negocia con los administradores y exige elegir libremente sus representantes sindicales. Ellos se organizan y difunden noticias todo el tiempo con sus teléfonos inteligentes. Los trabajadores chinos están aprendiendo de la historia del movimiento sindical en el país y en el extranjero. Es sólo cuestión de tiempo antes de que seamos parte de la historia del movimiento obrero nosotros mismos”.
 
Los salarios y el empleo
El China Labour Bulletin que se edita en Hong Kong publicó en su sitio web un estudio sobre los salarios y el empleo, con una serie de datos que, aunque sea parcialmente, permiten conocer algo más de la situación de los trabajadores en el país asiático.
En dicho informe se analiza que por una serie de factores, el salario ha crecido de forma constante en la última década, aunque desde un piso muy bajo. Entre los factores de dicha suba mencionan el rápido crecimiento económico en años anteriores, la disminución del crecimiento de la población, y el crecimiento de las huelgas y la organización sindical. 
El CLB analiza además que hay una gran disparidad entre los salarios urbanos y los de las zonas rurales, e incluso entre las ciudades. Además, que el salario mínimo es muy bajo, lo que obliga a horas extras y extenuantes jornadas de trabajo. Este salario mínimo, que es de más de 2.000 yuanes al mes en los principales centros financieros de Shanghai y Shenzhen, baja a 1.510 yuanes en los centros de producción del delta del río Perla de Dongguan, Foshan y Zhongshan, y a 850 yuanes por mes en las ciudades más remotas. En la realidad, el salario mínimo, que tendría que ser entre el 40 y el 60% del salario total según una reglamentación del 2004, en la mayoría de las ciudades chinas no llega al 40%.
Comparado con los salarios de otros países de Asia, el salario mínimo en China, con los valores de 2014, está muy por debajo de los de Japón, Corea del Sur y Singapur, aunque es superior a lo que cobran los trabajadores fabriles en Bangladesh, Vietnam y Camboya.
Un dato que refleja la crueldad del sistema capitalista imperialista en China, es la diferencia salarial imperante entre las clases sociales, y entre la ciudad y el campo. Según este informe, en las grandes empresas de propiedad estatal, el salario de los grandes ejecutivos es 16 veces mayor que el de los empleados. Esta cifra es aún mayor en las corporaciones bancarias. Con datos del 2013, el ingreso de los hogares pobres en el campo es 22 veces menor que el de los hogares ricos en las ciudades.