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22 de marzo de 2016

La guerra de monedas

El agotamiento de las políticas de los bancos centrales imperialistas

Tras el anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) –de su decisión de no subir las tasas de referencia el miércoles pasado– volvieron a temblar las Bolsas de todos los países del mundo. El motivo invocado es lo que asusta a los inversores: “La situación económica y financiera mundial continúa presentando riesgos”.

Tras el anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) –de su decisión de no subir las tasas de referencia el miércoles pasado– volvieron a temblar las Bolsas de todos los países del mundo. El motivo invocado es lo que asusta a los inversores: “La situación económica y financiera mundial continúa presentando riesgos”.
En un mundo en que sus homólogos japoneses y europeos siguen bajando agresivamente las tasas de interés y la mayoría de los países devalúan (hasta China), la FED ha optado por seguir esperando. Pues la revalorización relativa del dólar afecta no sólo sus exportaciones (que representan un 13% de su PBI) sino sobre todo sus inversiones imperialistas: disminuyen los ingresos de sus monopolios en un mundo que se estanca y donde sus ganancias están en las otras monedas devaluadas que, al cambiarlas, resultan en muchos menos dólares.
La FED redujo las expectativa de un crecimiento del PBI de Estados Unidos del 2,4% en términos anualizados en el último trimestre de 2016, a un 2,2%. En cuanto al desempleo, la tasa en EEUU está en su punto más bajo en 8 años (4,9%) aunque, como reconoció la propia Yellen anteriormente (ver “Jueves negro en las Bolsas”, hoy N°1605, 17/2), aún hay muchos trabajadores de tiempo parcial que desean empleos de tiempo completo y personas “desanimadas” que quieren trabajar, pero no están buscando empleo en el momento de la encuesta (por lo que no figuran como desempleados). Sea ésto por “desánimo” o por ser recientemente despedidos, como los centenares de miles actuales sobre todo en los sectores primarios (como en el agro, el petróleo y la minería en general).
 
Europa sigue bajando las tasas
En cuanto a la Eurozona, en diciembre se hablaba de un crecimiento del 1,7% para este año y ya se reconoce que con suerte será del 1,4%. El Banco Central Europeo (BCE) anunció la semana anterior un aumento inédito de los estímulos monetarios ante el debilitamiento del crecimiento económico y el riesgo de que la Eurozona caiga en deflación, lo que agudizó la puja con el dólar. El BCE presidido por el italiano Mario Draghi, anunció la reducción de su tasa principal cinco puntos básicos hasta el 0,00% y de la tasa de depósito –lo que pagan los bancos para que el BCE les guarde el dinero– hasta una negativa de –0,40%.
La tasa negativa funciona como un impuesto y reduce los márgenes de beneficio de la banca. Es una de las razones de la caída de las acciones de los bancos. Además, el BCE aumentará en 20.000 millones de euros mensuales –hasta 80.000– su programa de compra de deuda –que se dedicará también a bonos privados y no sólo de deuda pública como hasta ahora–, y continuaría con el estímulo monetario a pesar de las presiones políticas, principalmente alemanas. Los manuales de Economía dicen que esa medida debe impulsar el crecimiento, pero la crisis dejó los manuales llenos de moho. La economía de la Eurozona crece al nivel más bajo de los últimos 13 meses y el crédito sigue estancado.
Menos actividad genera menos inversión empresarial y menos creación de empleo, que genera menos actividad y hunde más los precios. Un círculo vicioso del que Japón, por ejemplo, intentando salir desde hace casi dos décadas.
El BCE también tiene el objetivo implícito de hacer que el euro siga debilitándose frente al dólar. Aunque no lo reconozca, sus medidas han hecho caer al euro: hace año y medio se cotizaba a casi 1,40, y ahora ronda una tasa de 1,10 dólares cuando. Un euro más débil facilita las exportaciones del bloque. El peligro es que el BCE se meta en una guerra monetaria con otros bancos centrales –japonés, británico, sueco, suizo– que también están recortando tus tasas por debajo de cero y debilitando sus monedas. 
 
Alertas del FMI
En su informe a la cumbre ministerial del G20 de Shangai, el FMI alertó sobre que “existen mayores riesgos de que la recuperación (económica mundial) descarrile, en un momento en que la economía global es altamente vulnerable a choques adversos“.
Entre otras cosas, el Fondo dijo que las perspectivas mundiales empeoraron por el impacto en las economías emergentes del freno de China y la caída de los precios de las materias primas. Y porque la actividad económica en Estados Unidos se ha “suavizado”, persiste la debilidad en Europa y Japón y la recesión en Brasil parece ser “más profunda y prolongada de lo anticipado”.
En sus pronósticos de enero, el Fondo ya había rebajado en dos décimas las previsiones de crecimiento global a 3,4% para 2016, pero ahora se espera una nueva rebaja en los cálculos que publicará en abril.