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13 de agosto de 2014

Fuera los imperialistas de Irak

Nuevos bombardeos norteamericanos

Estados Unidos ha vuelto a bombardear territorio iraquí. Desde el jueves 7, aviones –tripulados y drones- descargaron gran cantidad de bombas sobre una parte del territorio controlado por el Estado Islámico (EI), un movimiento armado de base sunita, que viene enfrentando al actual gobierno de Irak, de mayoría chiita, y que ha expresado su intención de conformar un nuevo Estado, un “califato”, en territorio iraquí y sirio. 

Estados Unidos ha vuelto a bombardear territorio iraquí. Desde el jueves 7, aviones –tripulados y drones- descargaron gran cantidad de bombas sobre una parte del territorio controlado por el Estado Islámico (EI), un movimiento armado de base sunita, que viene enfrentando al actual gobierno de Irak, de mayoría chiita, y que ha expresado su intención de conformar un nuevo Estado, un “califato”, en territorio iraquí y sirio. 
El presidente yanqui Barack Obama advirtió en un discurso en la Casa Blanca el viernes 8 que esta nueva intervención imperialista “será un proyecto a largo plazo”. Con su habitual soberbia, Obama, antes de tomarse dos semanas de vacaciones, ordenó los bombardeos, con el argumento de los ataques por par parte de EI a las minorías kurdas y cristianas del norte iraquí. No desconocemos, y condenamos, las atrocidades cometidas por EI atacando a esas minorías, obligando al desplazamiento de miles de pobladores, pero eso no da derecho a una intervención imperialista. Como su antecesor Bush cuando justificó el derrocamiento de Saddam Hussein y la ocupación de Irak, hoy Obama habla de “dar seguridad” contra “el terrorismo”.
Con total desparpajo y mostrando hacia dónde apunta su gobierno, afirmó Obama que “una vez que un gobierno inclusivo esté en su lugar, estoy seguro de que será más fácil movilizar a todos los iraquíes en contra del EI y movilizar un mayor apoyo de nuestros amigos y aliados”. Donde dice “inclusivo”, debe leerse “prooccidental”.
El Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) cambió de nombre por Estado Islámico (EI) a fines de junio, y proclamó la creación de un califato, tras tomar Mosul, la segunda ciudad de Irak. Abu Bakr al-Baghdadi, líder del grupo, fue declarado “Califa y líder de todos los musulmanes”. EI mantiene también un fuerte enfrentamiento con el gobierno de Siria, aliado de Rusia. 
Un sector del imperialismo alemán, coincidiendo en ubicar como enemigo principal las fuerzas del EI, ha propuesto aprovisionar con armas a sectores kurdos proeuropeos en el norte de Irak. 
Tanto yanquis como alemanes, si bien están alarmados por el avance de las fuerzas de EI, apuran su intervención imperialista también por el crecimiento del movimiento kurdo en toda la zona de Siria y de Irak, que ha pasado a controlar importantes explotaciones petroleras. 
EEUU, que retiró sus tropas en el 2011 tras años de sangrienta intervención, evidencia su fracaso en imponer un gobierno iraquí adicto con capacidad de controlar el territorio del país, una de las más importantes reservas petroleras del mundo. Por eso Obama, justificando los bombardeos planteó “No les vamos a dejar crear un califato a través de Siria y de Irak. Pero sólo podemos hacerlo si sabemos que tenemos socios en el terreno que son capaces de llenar el vacío“, dijo. En realidad, la actual fragmentación de Irak ha sido causada por la invasión norteamericana del 2003.
Repudiamos esta nueva agresión armada del imperialismo yanqui, y exigimos el cese de toda intervención imperialista en la región, que no hacen más que reafirmar lo afirmado por el Comité Central del PCR en su reunión del 5 y 6 de julio pasado, cuando planteó: “El mundo se balancea en una situación muy peligrosa como no conocíamos desde la “guerra fría”. El agravamiento de la disputa interimperialista muestra que está en curso un nuevo reparto del mundo, borrando fronteras establecidas en la Segunda Guerra Mundial”.