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16 de abril de 2014

En su discurso del 18 de marzo de 2014 desde el Kremlin, el presidente Vladimir Putin reivindicó “la integración de Crimea en el Imperio Ruso”, cuestionando que “tras la Revolución de 1917, los bolcheviques agregaron arbitrariamente una gran parte del sur histórico de Rusia a Ucrania, y hoy día esas zonas forman el sureste de Ucrania”. 

El doble discurso de Putin

Al tiempo que habla de la autonomía de las naciones reivindica al imperio zarista

A lo que agregó: “En 1954, se transfirió Crimea a Ucrania, así como Sebastopol, a pesar de que se trataba de una ciudad federal”. Aunque no pudo dejar de mencionar que ya bajo su gobierno: “En 2000, tras negociaciones con el presidente ucraniano Leonid Koutchma, Rusia reconoció que Crimea era de facto y de jure territorio ucraniano”.

A lo que agregó: “En 1954, se transfirió Crimea a Ucrania, así como Sebastopol, a pesar de que se trataba de una ciudad federal”. Aunque no pudo dejar de mencionar que ya bajo su gobierno: “En 2000, tras negociaciones con el presidente ucraniano Leonid Koutchma, Rusia reconoció que Crimea era de facto y de jure territorio ucraniano”.
Tampoco Putin pudo dejar de reconocer, aunque sea demagógicamente, que “las actuales aspiraciones del pueblo ucraniano al cambio y a una vida mejor son legítimas. Los manifestantes de la plaza Maïdan que rechazaban la corrupción, la mala gestión del Estado y la pobreza, tenían reivindicaciones legítimas y Rusia estaba a su lado”. Para enseguida agregar que el 21 de febrero de 2014, los conspiradores derrocaron un gobierno legítimo, se apoderaron ilegalmente del poder y “recurrieron al terror, al asesinato y a los progromos (…) Unos nacionalistas, neonazis, enemigos de los rusos y antisemitas ejecutaron ese golpe de Estado”, y agregó que Estados Unidos y Europa occidental participaron en ese golpe de fuerza y brindaron un reconocimiento oficial a las autoridades nacidas del golpe.
Seguidamente Putin justificó: “Rusia tenía el deber de responder al llamado de los habitantes de Crimea que se encontraban en peligro. (…) Las fuerzas armadas rusas nunca entraron en Crimea pues ya se encontraban allí. Los acuerdos militares prevén una presencia militar rusa de 25.000 hombres en Crimea y nunca se superó ese límite”.
“El golpe de Estado en Ucrania, organizado por los países occidentales, tiene como objetivo impedir la integración euroasiática. La expansión de la OTAN hacia el Este y el despliegue de infraestructuras militares, como el sistema de defensa antimisiles, a las puertas de Rusia son pruebas flagrantes de ello”. (Fuente: “50 verdades del Presidente Vladimir Putin sobre Crimea”, Argenpress.info, martes, 8 de abril de 2014).