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07 de octubre de 2015

China no da tregua

Temblores en la economía internacional

Los precios de las acciones, las materias primas y las divisas han fluctuado violentamente en las últimas semanas ante las señales de que la desaceleración de China es más aguda de lo previsto. La reciente devaluación del yuan y las cifras decepcionantes de la economía han exacerbado tales temores.

Los precios de las acciones, las materias primas y las divisas han fluctuado violentamente en las últimas semanas ante las señales de que la desaceleración de China es más aguda de lo previsto. La reciente devaluación del yuan y las cifras decepcionantes de la economía han exacerbado tales temores.
El índice oficial de gerentes de compra (PMI, por sus siglas en inglés), que había pasado de 50 en julio a 49,7 en agosto, volvió a caer en septiembre a 47,0, su nivel más bajo desde marzo de 2009. Una lectura por debajo de 50 indica contracción. Las débiles cifras reducen las esperanzas de que la desaceleración de China se frene en el segundo semestre.
China ha reducido las tasas de interés en cinco ocasiones desde noviembre y anunció reiteradas medidas para que los bancos presten una mayor porción de sus depósitos. También ha ofrecido incentivos tributarios para las empresas y acelerado las aprobaciones de proyectos de infraestructura.
La debilidad de la demanda interna y externa ha frustrado los esfuerzos estatales. Las importaciones bajaron 8,1% en julio y han declinado durante nueve meses consecutivos, lo que se explica en parte por una menor demanda interna. A su vez, las exportaciones disminuyeron 8,3% en julio, en relación a julio del año pasado.
Como parte de las medidas para reencaminar la situación, el banco central impuso más controles de capital destinados a impedir la salida de fondos. La depreciación de una moneda hace que los inversionistas busquen nuevos destinos para sus fondos y complica los esfuerzos del gobierno para estimular el gasto y reactivar el crecimiento. Las reservas brutas de China en moneda extranjera, que el año pasado ascendieron a casi US$4 billones, se han reducido en más de US$341.000 millones desde entonces.
 
Repercusiones en la economía internacional
La desaceleración de la economía en China ha puesto de manifiesto la sobreinversión, y la especulación sobre ella, en todos los sectores de la economía mundial que se expandieron proyectando un crecimiento imparable de la demanda en ese país convertido en la segunda potencia económica del mundo. Tanto en las materias primas alimenticias y minerales, como en bienes industriales.
Así “apareció” de repente la sobreproducción de los mismos a escala internacional y la caída abrupta de los precios, que golpea la economía de todos los países. No sólo de los llamados “emergentes” sino también de los que se califican de “desarrollados”. Podemos verlo desde el petróleo y demás minerales hasta la metalurgia en general: acero y siderurgia, construcción de barcos, maquinarias, etc.
En petróleo, por ejemplo, la expansión por las arenas bituminosas en Canadá, el fracking en Estados Unidos, y el Mar del Norte en Noruega, golpea a todos los productores tradicionales desde Rusia a Medio Oriente y Venezuela, y a los más nuevos como Brasil, Ecuador y Colombia en América del Sur; Egipto, Angola y Gabón en Africa, e Indonesia en Asia.
 
Asia Oriental y Oceanía
Los coletazos de la desaceleración china en Estados Unidos, Canadá y Europa, particularmente en Alemania cuyas exportaciones dependen en gran medida de China, son mucho más evidentes en sus vecinos de Asia y Oceanía.
Por caso, en el derrumbe de las exportaciones de Corea del Sur, cuyo gobierno informó que las exportaciones se desplomaron 14,7% en agosto frente a igual lapso del año previo. Se trata de la primera evidencia del declive del comercio regional asiático tras las devaluaciones del yuan en agosto. Los despachos de automóviles, barcos, acero, maquinaria y otros bienes, cayeron en casi todos los destinos, incluyendo China. Las exportaciones representan cerca de la mitad del Producto Interno Bruto de Corea del Sur.
Japón, por su parte, se contrajo en el segundo trimestre y crece la preocupación de que vuelva a caer en el tercero. Las exportaciones del país a China cayeron 10,8% en el primer semestre y se prevé que no repunten durante el resto del año debido, en buena parte, al menor crecimiento de los envíos de equipos de teléfonos inteligentes (ver aparte).
Otras dos economías regionales, Malasia y Vietnam, reportaron declives en su actividad manufacturera en agosto, luego de que la devaluación del yuan abaratara los bienes chinos, generando nuevas presiones competitivas.
En el caso de Oceanía, Australia, uno de los países más dependientes del apetito chino por el mineral de hierro, podría caer en recesión por primera vez en 24 años. A su vez, la caída en los precios de los productos lácteos, la principal exportación de Nueva Zelanda, ha contribuido a la reducción de las expectativas de crecimiento del país para este año.