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14 de octubre de 2015

Horacio Ciafardini

A 31 años de su irreparable pérdida

El 15 de octubre de 1984 falleció el camarada Horacio Ciafardini, docente e investigador de la economía política marxista y secretario de redacción de Teoría y Política, revista de nuestro PCR antecesora de Política y Teoría. Tenía 41 años: tras 6 años de afrontar las cárceles de la dictadura, vivió apenas dos años más, enfrentando también la discriminación del gobierno alfonsinista y sus trenzas “académicas”, lo que terminó de minar su ya quebrantada salud.
Rosarino de origen, estudió economía y psicología en su ciudad natal, siendo un activo partícipe en las lides del movimiento estudiantil a inicios de la década de 1960, llegando a ser secretario general de la Federación Universitaria del Litoral. Luego viajó a Europa a profundizar sus estudios de economía, donde vivió de cerca hechos que conmovieron al mundo como el Mayo francés de 1968 y la invasión socialimperialista rusa a Checoslovaquia. A su regreso se incorporó al PCR.
Incansable luchador y estudioso, desde nuestra revista teórico-política, en otras publicaciones (Los Libros, Síntomas), en charlas y conferencias, y como investigador y docente en las universidades del Sur, de Buenos Aires, del Salvador y de Rosario, hizo importantes aportes al estudio de la teoría económica de Marx y, también, sobre la economía y la historia argentina y latinoamericana, incluido problemas regionales, como los del Alto Valle del Río Negro y Santa Fe. Su definida militancia en el PCR, en esas circunstancias políticas identificada en su clara posición contra todo golpe de Estado, viniera de donde viniera, fue motivo para su detención apenas producido el golpe del 24 de marzo de 1976.
Fue rehén de esa dictadura durante seis años. Sometido a terribles condiciones que minaron su salud, resistió todas las presiones para que “optara” por irse del país pues, como dijo, “no era coherente con otorgarle sentido a toda una lucha”, y “ceder significaba perder lo fundamental”. En esto, como otros camaradas, también fue ejemplo de la firmeza de los comunistas cuando caen en manos del enemigo. Desde la cárcel saludó también la recuperación de nuestras islas Malvinas, el 2 de abril de 1982, sin dejarse confundir sobre el enemigo principal en esas difíciles circunstancias. En ese momento escribió el Cielito del 2 de Abril, que en uno de sus estribillos dice:
Cielo, cielito marino
cielito de Gran Malvina
lo que a hierro nos quitaron
eso a hierro se les quita.
 
Lograda su libertad, acompañó a las Madres de Plaza de Mayo e impulsó la lucha por la plena reincorporación de todos los docentes sancionados por la dictadura, que continuaron siendo discriminados por el alfonsinismo. En esta batalla lo sorprendió la muerte.
Además de su ejemplo de entereza revolucionaria nos ha legado numerosos estudios, realizados individualmente o en colaboración con otros colegas, que sería largo enumerar. Algunos de sus trabajos se pueden encontrar en Crisis, inflación y desindustrialización en la Argentina dependiente, de Editorial Agora, y en mayor extensión en: Textos sobre economía política (Selección de trabajos), Sobre las teorías de las crisis económicas y El valor en la concurrencia, tres volúmenes editados por sus amigos en Rosario. Los dos últimos son parte de su obra mayor, inédita en vida, también de estudio necesario por su valiosa contribución a la teoría científica marxista.