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15 de febrero de 2017

Durante varios días, camaradas de numerosas zonas del país avanzamos en el estudio de la línea política e ideológica del Partido, y de su fundamento teórico, el marxismo-leninismo-maoísmo. 

Exitosa escuela nacional de la JCR

Estudio del marxismo-leninismo-maoísmo

 
 También hubo tiempo para un poco de recreación y deporte. Por las noches no faltó guitarreada y se leyeron semblanzas sobre Manuel “Quebracho” Guerra, primer secretario de organización de la JCR detenido desaparecido durante la última dictadura militar. 

 
 También hubo tiempo para un poco de recreación y deporte. Por las noches no faltó guitarreada y se leyeron semblanzas sobre Manuel “Quebracho” Guerra, primer secretario de organización de la JCR detenido desaparecido durante la última dictadura militar. 
Estudiamos algunos de los aspectos fundamentales de la teoría M-L-M. Con diversos artículos seleccionados y la experiencia histórica como guía, todo el estudio estuvo teñido por la teoría maoísta de la línea de masas y la construcción del Partido. 
Analizamos las experiencias más avanzadas que impulsamos en la actualidad, con el desafío de profundizarlas y de generalizarlas.
Discutimos mucho cómo poner el centro de nuestro trabajo en armar, desarrollar y pelear la dirección de poderosos cuerpos de delegados en las fábricas, en el campo, en los colegios, universidades y demás lugares, como una herramienta indispensable para que protagonice la lucha política y reivindicativa hasta el último compañero.
Para comprender la línea de masas, y el rol del Partido, fue especialmente rico el aporte de las compañeras que vienen participando de los Encuentros Nacionales en los que todas las mujeres, en especial las de más abajo, son protagonistas en la lucha contra la doble opresión; en cómo se apropian, utilizan y defienden esta herramienta única en el mundo.
Se abordaron otros numerosos debates teóricos y prácticos, así como cuestiones candentes de la actualidad, con intercambios muy ricos. Algunos fueron: la necesidad y los fundamentos de la revolución por etapas, la necesidad para ello del frente único, la relación entre éste y el Partido, y las causas del fracaso del “Socialismo del siglo XXI”.
Se remarcó que las clases dominantes quieren a la juventud en la droga y en la joda, para aplacar su rebelión, y en ese sentido, la importancia del movimiento “Ni un pibe menos por la droga”.
Frente a la feroz campaña anticomunista de las clases dominantes, destacamos la necesidad de reivindicar los gigantescos logros de las grandes revoluciones del siglo 20 y sacar lecciones de sus enseñanzas universales, en pos de integrarlas con las leyes particulares que rigen la revolución en la Argentina. En ese sentido, este año es de gran importancia organizar grandes actividades ya que se cumplen 50 años del asesinato del Che y 100 años de la Revolución Rusa.
Al cierre de la actividad destacamos el entusiasmo y la motivación por el estudio y el debate, donde hubo total consenso en el éxito de la escuela. Quedó planteada la importancia de sistematizar el estudio a lo largo del año, en cada zona y hasta el último compañero. Hubo sentidas intervenciones de los camaradas en las que se resaltó la alegría y el orgullo de pertenecer a esta Juventud y que el Partido sigue en pie después de casi 50 años, porque las raíces capaces de sostenerlo son profundas y están arraigadas en amplios sectores populares. 
Para terminar, planteamos que nos esperan enormes desafíos este año, entre ellos, el de continuar enfrentando la política de ajuste y entrega del gobierno macrista, para lo cual es necesario seguir creciendo y profundizando la unidad con todos los sectores populares, y que en este camino también resulta fundamental fortalecer el PTP y el Frente Popular.
 
Reflexiones de un camarada de la Zona Norte
“Compañeros, tenemos herramientas como la Chispa, tenemos todo lo que necesitamos, hay que ponerlas en práctica. Sabemos que muchas veces tropezamos y caemos, que estamos mal y queremos tirar todo, pero no hay que bajar los brazos, tenemos que salir convencidos, recorrer cada casa, cada barrio, lugares en la zona. No tenemos que perder las esperanzas, sabemos que el gobierno no quiere que crezcamos; nos meten la droga y el alcohol, porque no quieren crezcamos, porque nos tienen miedo. Saben de lo que somos capaces de hacer, por eso tenemos que seguir adelante y no bajar los brazos. Más allá de todos los errores y aciertos, tenemos que poner en práctica cada cosa que aprendimos. 
“Yo me llevo una experiencia inolvidable, y la verdad, ver cada joven como discute, como aprenden día a día, la verdad que me voy más que convencido, hoy más que nunca. Y bueno, a seguir adelante. Nuestros dirigentes zonales nos enseñan en cada escuelita, en cada plenario o cada reunión, siempre algo nuevo aprendemos.
“A no bajar los brazos, más allá de los errores, las caídas y los aciertos, somos nosotros y nuestros hijos los que vamos a quedar el día de mañana, en la lucha por un país más justo”.
 
Una camarada de Soldati
“Lo que me inspira a seguir con esta lucha es el ideal de la revolución que sostiene Lenin, que mediante la revolución se puede acabar con las clases sociales, con las diferencias. Me alegra estar viva para seguir esta lucha; sé que no va a ser fácil, pero voy a hacer lo que pueda. Si ya existieron antes otras revoluciones, sé que también algún día vamos a lograr la revolución en nuestro país, por el bien de todas las personas, de los niños, que son el futuro. Para ellos es que tenemos que hacer un país mejor; y cuando logremos llegar a la revolución, impulsar a los demás países. Sé que no es un sueño, aunque la lucha por la revolución dure 100 años, la vamos a lograr juntos por el bien de toda la humanidad, para así terminar también con la distinción de razas, con la discriminación entre todos los países y clases”.