Noticias

12 de octubre de 2016

El fin de semana del 8, 9 y 10 de octubre, miles hicimos nuestro 31 Encuentro: un espacio democrático, plural y horizontal que no para de crecer.

Encuentro masivo y opositor

Más de 70 mil mujeres tomaron en sus manos este espacio único en el mundo

El viernes 7 ya comenzaban a llegar a Rosario los primeros grupos de mujeres y así el Encuentro iba tiñendo la ciudad. Ese mismo día a la tarde, la Comisión Organizadora (impresionante: integrada por 200 mujeres) realizó una conferencia de prensa para informar sobre el desarrollo,  las actividades y funcionamiento durante el fin de semana largo. Ya se avizoraba que iba a ser gigantesco por el número de inscriptas; la Comisión Organizadora calculó 70 mil.
Un sábado soleado, que rondó los 20 grados, fue el broche de oro del recibimiento rosarino a esas miles que desbordaron las escalinatas del Monumento a la Bandera en la apertura del Encuentro. Docentes, rurales, originarias, obreras, desocupadas, estatales, estudiantes, jubiladas, que siguieron la elocuente bienvenida en la apertura a este 31 Encuentro Nacional de Mujeres que fue una fiesta.
 
Bienvenidas
El documento introduce: “Las mujeres nos autoconvocamos y autofinanciamos para construir este espacio colectivo y diverso que desde hace 31 años nos reúne para pensarnos a nosotras mismas y al mundo que queremos construir… para enfrentar y transformar juntas esta sociedad injusta, que agrava día a día nuestras condiciones de vida por el sólo hecho de ser mujeres”.
A continuación denuncia: “la Argentina sangra por las barrancas del Paraná… donde circula libremente el tráfico de armas y drogas y la trata de personas, que se han convertido en los negocios más redituables e impunes de los últimos años: los grandes monopolios imperialistas, las patronales y los terratenientes. Mientras salen por los puertos de Rosario las riquezas que produce el pueblo, nuestra ciudad es el reflejo descarnado de un país donde, a la par de la concentración de la riqueza, crecen la desigualdad y el hambre. El Gran Rosario registró, en el segundo trimestre, el nivel más alto de desocupación: el 11,7%.
“Nuestra ciudad se ha vuelto territorio de operaciones de bandas narcocriminales, un negocio millonario del que participan y son protagonistas policías, políticos de todos los niveles del Estado y empresarios, con la complicidad del Poder Judicial”. También denuncia la persecución a quienes encabezan las luchas por justicia por abusos policiales, el secuestro de mujeres para la trata con fines de explotación sexual; y que anualmente en la provincia se hacen 300 denuncias por mujeres que faltan de sus casas.
El documento expresa que con la excusa de la guerra contra el narcotráfico, hoy las fuerzas represivas inundan la ciudad; única forma de imponerle al pueblo las políticas de ajuste y entrega del gobierno de Macri y los gobernadores agravando las condiciones de vida y aumentando el hambre, la desocupación y la exclusión, dejando en menos de un año un millón y medio de nuevos pobres, profundizando el empobrecimiento que ya sufríamos. En los más de “150 mil despidos, se cuentan miles de mujeres que ya no tenemos un ingreso para poder alimentar a nuestras familias… En la cadena del ajuste, somos miles de nosotras las más perjudicadas, porque somos sostenes de hogares y de familias y debemos afrontar solas los costos de estos ataques. Y como esto si fuera poco, se suman los tarifazos de luz, gas y agua, con aumentos altísimos, mientras nuestros salarios no aumentaron más de un 30% respecto del año pasado”.
A continuación repudia el pago de la deuda externa y exige el 82% móvil para las jubiladas. Da el apoyo a la lucha de las fábricas recuperadas y a distintos sectores de la economía popular. Denuncia que las mujeres somos afectadas por la concentración de la tierra y la producción. “Las mujeres originarias sufrimos una triple opresión: por ser pobres, por ser mujeres y por pertenecer a los pueblos originarios”.
En tema de violencia denuncia al Estado como cómplice porque “garantiza la impunidad de violentos y femicidas… la falta de voluntad política de los distintos gobiernos que no implementaron ni implementan la Ley 26.485, ni destinan presupuesto” y que una mujer muere asesinada en nuestro país cada 28 horas.
Se denunció “la muerte de Ana María Acevedo que murió víctima de cáncer por negársele el derecho a un aborto legal por culpa del Estado y la Iglesia… En Tucumán, Belén fue víctima de los mismos acuerdos que nos niegan a las mujeres el derecho a cuidar nuestras vidas y el acceso a la salud sexual y reproductiva”. Por todo lo anterior reclama un Estado laico y levanta la consigna “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir”. 
El documento hace una mención especial a la compañera Graciela Benedetto, incansable luchadora en los derechos de las mujeres. Para finalizar, reflexiona que en “el Encuentro crecemos, aprendemos y avanzamos en descubrir el origen de nuestros sufrimientos y los responsables de tanto dolor que recorre la vida de cada una de nosotras, develando la doble opresión que sufrimos por ser parte del pueblo y por ser mujeres. El Encuentro será, como ha sido históricamente, el caldero para luchar y conquistar nuestros derechos.” (Ver completo en Internet).
Al finalizar, miles ovacionaron con un cálido “qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hacemos el encuentro”. Tras un emotivo himno nacional argentino, subieron artistas que se encargaron de colorear esta fiesta. La cantante Lis Malvicino y un grupo de mujeres originarias interpretaron Cinco siglos igual en castellano y qom. A continuación intervinieron Las locas Margaritas. Vicky Durán Mansilla interpretó Canción del Litoral y la murga Modestia aparte, fue la encargada de cerrar la vibrante apertura.
 
El Encuentro es de todas
El sábado, promediando las tres de la tarde, comenzó la concurrencia en las escuelas para el desarrollo de los talleres con más de 69 temáticas. Muchos de ellos con largas colas para ingresar en las escuelas y con varios desdoblamientos de talleres, donde se evidencia la avidez de participación que tienen las mujeres para debatir los padecimientos, el deterioro de las condiciones de vida y el hambre, agravados por la crisis y el ajuste que aplica el gobierno de Macri.
Fue masiva la participación. Muchas mujeres llegaron como pudieron. Enormes contingentes de jóvenes. Incontables mujeres que viajaron con sus hijos a cuesta. Grupos de amigas que se organizaron para ver “cómo es esto del Encuentro”, entusiasmadas después del 3 de Junio.
En la mayoría de los talleres, corazón del Encuentro, las mujeres supimos defender este espacio democrático y plural, horizontal donde todas podemos hablar, a pesar de los intentos del activo político que quiere imponer las asambleas y callar de ese modo a las más sencillas. Esas que fueron a expresar en talleres como Organización Barrial, cómo hacen para resolver la urgencia de comida en sus casas con merenderos y comedores frente al hambre. O como en los de Violencia donde el dolor de la agresión –del golpeador y del Estado- es contado en primera persona. O el de trata donde familiares de víctimas cuentan cómo les arrancaron una hermana, una hija, con la esperanza de encontrar una herramienta para rescatarlas de las garras de los tratantes, y discuten las argumentaciones de las que defienden la reglamentación de la prostitución. 
En los talleres –y en volantes en las plazas- circuló la iniciativa de la FNC y de Pueblos y Naciones Originarias para la marcha multisectorial de las economías regionales. En ese mismo hilo, en los talleres se expresó la necesidad de la Ley de emergencia social y laboral debido a que en estos momentos, las mujeres somos las más afectadas al ser las primeras en ser despedidas.
En este contexto, la agudización de la violencia es un problema social y político que no puede esperar, por eso también levantamos la Emergencia en Violencia Social y Doméstica integrada a la Emergencia Social. Así se refirieron miles de mujeres, y en ese sentido se levantaron los ENM que gestaron los 3 de Junio con los Ni Una Menos, uno durante el gobierno de Cristina y otro, al gobierno de Macri. Gracias a estas movilizaciones, el gobierno tuvo que lanzar el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.
El hambre y la falta de trabajo empujan a muchas mujeres a la prostitución, formas de violencia y esclavización con explotación de los cuerpos. Se reclamó “Ni una mujer más víctima de las redes de trata”, clausura de los prostíbulos y cárcel a los proxenetas.
Otro de los grandes temas del incansable movimiento de mujeres es la lucha por una ley de interrupción voluntaria del embarazo. Los números son alarmantes: se calcula que en nuestro país mueren entre 300 y 400 mujeres por abortos clandestinos. En su mayoría mujeres pobres y jóvenes. La libertad de Belén y la lucha por su absolución recorrió la mayoría de los talleres. Durante el sábado a la tarde se realizó un multitudinario panel organizado por la Mesa provincial por la libertad de Belén (Ver nota ¡Con nosotras no van a poder!), con la presentación del libro de su abogada Soledad Deza.
 
Jóvenes que luchan
Durante la tarde del domingo las jóvenes de la JCR organizaron una jornada cultural, espacio de encuentro y reencuentro entre compañeras de varias provincias que participan de los talleres como jóvenes mujeres. 
Fueron tres horas de distensión y almuerzo, con delegaciones de compañeras que protagonizan las luchas: entre ellas las campesinas que luchan por tierra para vivir y trabajar, las tucumanas que protagonizaron la libertad para Belén, las mendocinas que contaron los tres últimos casos de femicidio. 
Durante la estadía en la plaza Maternidad cantaron Dani Lanté y la banda Contenido Neto, y en paralelo las jóvenes trabajaban en los preparativos para la marcha.
En un sector de la plaza, la Radio Arraigo Comunitaria transmitió en vivo –al igual que durante la apertura y cierre- para todo el país con reportajes a compañeras protagonistas de las principales luchas de la Argentina y de Latinoamérica.
Cuando se abrió el micrófono en la actividad saludaron Noel Gassman, joven integrante de la Comisión Organizadora quien agradeció la presencia de tantas mujeres en Rosario. También hicieron su saludo dos jóvenes abogadas que acompañaron a Soledad Deza en la defensa de Belén y Gimena de la Mesa por la libertad de la joven tucumana. La diputada Mercedes Meier del PTP por el Frente Social y Popular de Santa Fe saludó a las jóvenes y destacó la importancia de la participación de las mujeres, esas “que viven cada día discusiones porque la plata no alcanza” y que son víctimas de la violencia producto del contexto de crisis social que atraviesa nuestro pueblo.
 
Mujeres del Encuentro por las calles rosarinas
En la tarde del domingo multitudes de mujeres fueron concentrándose para la marcha que arrancó sobre Boulevard Oroño. El recorrido fue enorme: durante más de treinta cuadras se pudo apreciar la inmensidad de este Encuentro.
La cabecera, integrada por las 200 compañeras de la Comisión Organizadora más casi una cuadra de mujeres de la ciudad, se desplazó imponente al grito de “qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hacemos el Encuentro”. Avanzando, automovilistas y peatones saludaron el paso las distintas columnas.
Miles de mujeres con los pañuelos verdes de la Campaña Nacional del Aborto pasaban al grito de “anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
Durante varias cuadras, familiares de víctimas de violencia levantaban los carteles con sus nombres. Lo mismo hicieron las Madres Víctimas de la Trata, que recibían el saludo y afecto de las marchantes. Frente a la Catedral hubo un hecho represivo repudiado por la Comisión Organizadora (ver aparte).
 Emoción, grito de rebeldía y de alegría en ese “alerta, alerta, alerta que camina, mujeres del Encuentro por las calles rosarinas”. Por fin la cabecera y el resto de la marcha caminaba lindante al Monumento a la Bandera y concluía su recorrido de cara al Río Paraná, donde aguardaban unos estridentes fuegos artificiales que brillaron al tiempo de qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hicimos el Encuentro.
 
¡Chaco es la sede!
El lunes, desde temprano, multitudes de mujeres, con sus banderas de las provincias y ciudades de procedencia, nos dimos cita finalmente en las escalinatas del Monumento a la Bandera, de cara al escenario principal. La persistente lluvia con la que despertó Rosario y por lo tanto la imposibilidad de habilitar el sonido, dificultó la lectura de los fundamentos de las tres sedes propuestas: San Luis, Capital Federal y Chaco. 
Algunas agrupaciones y fuerzas políticas funcionales al macrismo, al finalizar, intentaron atacar a las miles de mujeres que defienden el carácter del Encuentro, como quedó demostrado en los talleres. Mostrando que no respetan la decisión de miles de mujeres que dejamos nuestras familias, las casas y los trabajos porque en el encuentro pasamos de ser una a ser todas. Porque seguiremos defendiendo este espacio que venimos construyendo hace 31 años las que no tenemos voz, las de la Argentina profunda. Por amplia mayoría se impuso la ciudad de Resistencia en la provincia de Chaco como sede del próximo Encuentro.