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26 de octubre de 2011


Condena ejemplar para el asesino de Micaela

Hoy 1392 / En Rincón de los Sauces (Neuquén) exigen:

El martes 18 tuvieron lugar los alegatos del juicio oral contra Héctor Antonio Cortez, acusado de asesinar brutalmente a su pareja, Micaela Recchini, la madrugada del domingo 14 de marzo de 2010, en Rincón de los Sauces, localidad de la provincia de Neuquén.

El martes 18 tuvieron lugar los alegatos del juicio oral contra Héctor Antonio Cortez, acusado de asesinar brutalmente a su pareja, Micaela Recchini, la madrugada del domingo 14 de marzo de 2010, en Rincón de los Sauces, localidad de la provincia de Neuquén.
Desde temprano se concentraron en las puertas de la Cámara familiares, amigas y amigos de Micaela, Organización de Mujeres “Las del Encuentro”, Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA, docentes universitarios Adunc, Secretaría de la Mujer de bancarios (Siteba), Secretaría de la Mujer del Centro de Estudiantes de Ingeniería, Centro de Estudiantes Facultad de Ciencias Ambientales y la Salud, organización de mujeres “Las Juanas”, colectiva feminista “La Revuelta”, Jóvenes Encuentreras de Neuquén, PCR y JCR.
Con el fondo de bombos y cánticos exigiendo justicia, al grito de “Cortez asesino” y expresiones de repudio a la carátula de “homicidio simple”; en la sala donde se desarrollaban los alegatos, el fiscal de Cámara Pablo Vignaroli pidió la pena 25 años para el asesino de Micaela; realizó un análisis de los elementos de prueba logrados en la instrucción de la causa y señaló que “todo conduce a un solo camino y un solo destino”, definido por Cortez: terminar con la vida de su mujer. El acusado hasta llegó a contarle a su mujer que había soñado que la asesinaba; “le adelantó su muerte, cumplió con su promesa”.
Con relación al homicidio simple, señaló que el vínculo entre Micaela y su asesino, está probado “los 9 años de relación de pareja, los dos hijos que tuvieron. Cortez no cumplió el respeto mutuo que se deben los cónyuges” continuó señalando: “existe el vínculo, no existe un papel”.
Por último vertió juicios condenatorios hacia la persona del asesino, señaló su personalidad obsesiva, controlaba chat y correo de Micaela, “invadía su cotidianidad”, “si Micaela no es mía como objeto, no será de nadie” estos dichos los relacionó con la manera en que la mató. Le destruyó la cabeza, esa cabeza de ideas propias que había manifestado su decisión de separarse.
A pesar de estas y otras argumentaciones con el mismo sentido, el fiscal no se atrevió a traspasar los márgenes establecidos por el Código Penal, solo pide 25 años de prisión que es el máximo que le permite esta carátula.
Héctor Antonio Cortez, el asesino, habló por primera vez desde los casi 20 meses que lleva preso. Comenzó manifestando su inocencia: “yo no soy todo eso que gritan desde afuera”. En ningún momento expresó arrepentimiento, habló de si mismo; de lo mal que lo está pasando en la prisión, reclamó que le han quitado el derecho de ver a sus hijos, no explicó qué hizo esa noche, argumentando que no recuerda nada de los hechos que lo comprometen. Se declaró inocente pero no exigió justicia por la muerte de su mujer. Su abogado defensor César Pérez, ex ministro de seguridad de Jorge Sapag, pidió la absolución de su defendido.
El abogado querellante de la familia de Micaela, Marcelo Hertzriken Velazco, reclamó un castigo ejemplificador para el imputado argumentando la alevosía y premeditación exigió la prisión perpetua.
El martes 25 de octubre (al cierre de esta edición) se conocería la sentencia que dictaran los jueces, y allí se vuelven a convocar las organizaciones sociales, gremiales, estudiantiles y políticas.