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07 de febrero de 2018

El 2 de febrero, en las puertas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, donde desde el 26 los trabajadores están en permanencia contra 250 despidos, se realizó una multitudinaria conferencia de prensa con representantes de las reparticiones en conflicto, dirigentes gremiales y políticos de diversos sectores.

Se unen los trabajadores estatales

Para frenar la oleada de despidos

Con los compañeros de ATE-INTI como anfitriones, expusieron su situación delegados de los trabajadores de Fanazul, del Hospital Posadas, del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa), e integrantes del Ballet Nacional de Danza. Estuvieron acompañados por el secretario nacional de ATE, Hugo Godoy, el secretario adjunto de la CTA Autónoma Ricardo Peidro, el secretario de ATE Capital Federal Daniel Catalano, el intendente de San Martín Gabriel Katopodis, y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. 
Junto a ellos, gran cantidad de diputados nacionales, legisladores provinciales y dirigentes de distintas seccionales y juntas internas de ATE (INTA, CNEA, Segemar, entre otros), así como de otros gremios como Sipreba, Cicop, Sutna, Ferroviarios de Haedo, y organizaciones sociales, políticas y sindicales como la Corriente de Trabajadores Estatales René Salamanca, de la CCC.
Tanto el secretario de ATE “Cachorro “Godoy, como Ricardo Peidro por la CTA A, anunciaron un paro nacional de trabajadores estatales para el 15 de febrero, en rechazo a las políticas de ajuste y los despidos. Catalano, por su parte, puso el acento en la movilización del 22 de febrero convocada por Camioneros con el apoyo de la CGT.
La conferencia de prensa estuvo acompañada por gran cantidad de trabajadores (despedidos y no despedidos), que se encuentran bancando la lucha con una permanencia dentro de la empresa, y con un acampe afuera, en medio de un gran despliegue policial.
El representante de Fanazul contó que entró a trabajar a los 19 años, y fue despedido ahora que tiene 35. “Este gobierno no nos quiere como trabajadores”, afirmó, denunciando que este “es un gobierno mentiroso, contando la anécdota que dos meses antes de los despidos Marcos Peña, jefe de Gabinete, y junto al intendente dijeron que la fábrica no se iba a cerrar. Definió el cierre de Fanazul, empresa de 74 años de antigüedad, como “un atentado a la industria nacional y a la dignidad de los trabajadores”.
Las compañeras de los distintos gremios del Hospital Posadas relataron la lucha contra los despidos en el hospital, enmarcándolos en el ataque a la salud pública por parte de este gobierno, y reivindicaron la unidad de los estatales en lucha.
Por el Senasa, dos representantes desarrollaron cómo los despidos en este organismo implican un riesgo sanitario por la eliminación de los controles a las exportaciones y al consumo interno de alimentos de origen vegetal y cárnico, y que hay un plan de fondo, que es que las grandes organizaciones patronales agrarias y grandes frigoríficos sean las que se autocontrolen, eliminando la presencia estatal en el área. 
Una integrante del Ballet Nacional Danza denunció el cierre de ese organismo (ver aparte). 
El secretario general de ATE-INTI, Francisco “Pancho” Dollman, destacó el acompañamiento de los 800 compañeros que, pese al “asueto” que decreta día tras día la dirección del INTI, “vienen todos los días a hacer el aguante a los despedidos, tanto dentro como en el acampe”. Denunció Dollman que dentro de los 250 despedidos hay 40 delegados, porque el gobierno quiere destruir la organización gremial para avanzar en una reestructuración del organismo. Luego de Dollman, tres compañeros despedidos detallaron sus casos concretos, mostrando cómo estos despidos son una muestra más de una política que ataca al desarrollo de una industria nacional, porque desmantelan áreas enteras de control.
El intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, planteó: “estamos donde tenemos que estar, defendiendo la fuente de laburo de cada uno de los compañeros”, y agregó: “no es sacándole 100 mil millones de pesos a los jubilados como se resuelven los problemas de este país, ni haciendo leyes que hagan más fácil despedir… los problemas de la Argentina se van a resolver con más trabajadores en el INTI, con más Estado, y con un país que se ponga de pie cada vez que se toque una fuente de trabajo”.
Cerró la conferencia de prensa la querida Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien se reivindicó como “una paciente del Posadas”, destacando la atención de los trabajadores de la salud. “Quiero decirle al presidente que no entiendo cómo no está orgulloso de los trabajadores argentinos”. Detalló la importancia de organismos como el INTI “que controla hasta una mamadera que toma un bebé, que no esté hecha con materiales que le hagan mal”, y remató “los trabajadores de estos organismos son imprescindibles. No sobra nadie”.
Terminada la conferencia de prensa, se abrió el micrófono para los dirigentes presentes, que ratificaron el apoyo a los trabajadores estatales en lucha y convocaron a seguir trabajando en unidad para enfrentar el ajuste del gobierno nacional, de la provincia de Buenos Aires y de muchos municipios. 
 
 
Lucía Valencia, del Ballet Nacional Danza
“Nuestro ballet no era elitista”
 
El conflicto comienza el 9 de enero, cuando nos dicen que el ballet deja de existir por falta de presupuesto. Nosotros estábamos pidiendo la programación para el 2018, y cinco días más tarde le avisaban a nuestro director la disolución del ballet. Este ballet clásico nacional tenía la función de acercar el ballet a todo el mundo, porque brindábamos funciones gratuitas, no solo en Buenos Aires sino en todo el país, además de clínicas y charlas. Era la primera vez que Argentina contaba con un ballet clásico nacional, porque siempre el ballet fue muy elitista, y nuestro ballet posibilitaba a las personas que no podían pagar una entrada a un ballet porque es muy cara, pudieran acceder de forma gratuita.
El ballet estaba compuesto por 60 bailarines de todas las provincias, más kinesiólogos, vestuaristas, peinadores, técnicos y sonidistas.
Estamos buscando tener un diálogo con las autoridades, pero no nos reciben. Hicimos un pedido de audiencia ante el ministro de Cultura Pablo Avelluto y con la ministra de Desarrollo Social y no tuvimos respuesta. Porque este proyecto nació en 2013 en la órbita de Desarrollo Social, y a finales de 2016 pasa a Cultura. Nosotros en el 2017 estuvimos nueve meses sin actividad, sin cobrar salario.