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18 de enero de 2018

Ayer los trabajadores despedidos de FanAzul hicieron una caravana de 300km para llegar al Ministerio de Defensa y exigir que reabran la fábrica y les restablezcan sus puestos de trabajo.

FanAzul resiste

Caravana al Ministerio de Defensa

El 28 de diciembre cerraron la fábrica de explosivos sin notificar siquiera a los trabajadores sobre los despidos. Los despedidos junto con la ciudad de Azul han accionado codo a codo desde aquel día. El comienzo del año para ellos ha sido entre medidas de fuerza como el acampe frente a la sede municipal, cortes de ruta, puebladas con toda la solidaridad de quienes viven en los alrededores y con un gran acompañamiento de organizaciones sociales y gremios.

El 28 de diciembre cerraron la fábrica de explosivos sin notificar siquiera a los trabajadores sobre los despidos. Los despedidos junto con la ciudad de Azul han accionado codo a codo desde aquel día. El comienzo del año para ellos ha sido entre medidas de fuerza como el acampe frente a la sede municipal, cortes de ruta, puebladas con toda la solidaridad de quienes viven en los alrededores y con un gran acompañamiento de organizaciones sociales y gremios.

El miércoles temprano por la mañana salió la caravana de Azul con destino a las puertas del Ministerio de Defensa  del cual depende FanAzul. A las 12hs confluyeron en la Richieri con los trabajadores de la SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y calidad Agroalimentaria) exigiendo que paren los despidos a los estatales. Contaron con el apoyo de los trabajadores del Hospital Posadas, las Juntas internas ENACOM, ANASES y del Ministerio de Industria y partidos políticos y movimientos sociales.

Los trabajadores denuncian un vaciamiento que se viene dando ya hace un tiempo, el cual se fue llevando a cabo con un plan de desmantelamiento de la fábrica. Vienen denunciando desde el año pasado este vaciamiento  como parte del plan de liquidación de Fabricaciones Militares, agravando la indefensión en que la política del gobierno deja al país. Además se agrega que hace 3 años que no se realiza el mantenimiento anual que históricamente se hacía por motivos de seguridad. En los últimos días de diciembre fueron ellos mismos quienes recibieron el golpe más duro al verse imposibilitados de seguir con sus tareas laborales.

Eduardo Bercovich, Secretario de la CTA de Azul,  desde las puertas del Ministerio de Defensa contaba que al informarle desesperadamente un trabajador que les habían robado los micros que utilizan diariamente para transportarse, se juntaron en el gremio: “con los compañeros de la Junta Interna, nos miramos a la cara y nos dijimos que habían hecho lo más vil que podían hacer, que era robarse nuestro medio de transporte. Nosotros tenemos una fábrica que está a 30km aproximadamente, sin los medios de transporte nos cerraban la fábrica, sin un solo telegrama de despido, sin importarle lo que era esa fábrica para nuestra ciudad, una fábrica que tiene más de 70 años, que es un patrimonio histórico, que han muerto compañeros en accidentes de trabajo y que los que estamos acá no tendremos en unos días el plato para darle de comer a nuestras familias.”

Agregó, refiriéndose al gobierno que “nos cerraron una fábrica de la peor forma, una fábrica que ni siquiera es de ellos, es de los laburantes que van todos los días y pierden la vida; una fábrica que es fundamental para la soberanía de nuestro pueblo y de nuestro país. Por la patria, por los laburantes, por nosotros, no dejemos que esto siga pasando porque es la punta de lo que viene”

El gobierno utiliza como excusa para cerrar la única fábrica de TNT de Latinoamérica un problema de contaminación ambiental. Hubo conflictos por el mismo motivo en 1991 y 1996  según nos señala Raul Godoy, que rtabaja hace 30 años en Fanazul. Sin embargo, nos dice que “la fábrica está a 35 km del pueblo. Si hablamos de contaminación hay ingenieros en la fábrica que pueden hacer un estudio y tomar medidas para que haya menos contaminación. Incluso compraron hace 7 años una torre que es donde se recupera el residual de la planta de nitroglicerina y TNT que es muy importante para la contaminación y no la han puesto en marcha.  Cerrar la fábrica de Azul con lo que significa para el pueblo no es el camino”.

Juan Cacace, trabajador de FanAzul, señaló que “el 28 de diciembre cuando cerraron la fábrica nos quedaban dos posibilidades: o irnos a casa y resignarnos  a acompañar el proceso de cierre buscando trabajo en otro lado o transformarnos en los protagonistas de la resistencia que estamos llevando adelante. Orgullosamente podemos decir que elegimos el camino de la lucha”. Destacó la dificultad en una ciudad como Azul de conseguir trabajo y denunció que “el intendente había dicho que no iba a pasar nada en Fabricaciones Militares, siendo una ciudad en que el presidente Mauricio Macri fue a cerrar las elecciones de medio término y ni si quiera fue capaz de acordarse de que había una fábrica, una ciudad en que Marcos Peña también prometió que no iba a pasar nada. Esa misma ciudad que posiblemente en algún momento no entendía lo que estábamos diciendo cuando hablábamos del vaciamiento de Fabricaciones Militares, es la misma ciudad que hoy nos está acompañando, nos está cobijando y dando esa abrazo al alma que tanto necesitamos los laburantes que pasamos de  ser trabajadores y orgullosamente estatales a ser casi pobres e indigentes acampando en la municipalidad, en la plaza de Azul. Para ellos también va  nuestro agradecimiento”.  También reconoció la importancia del acompañamiento de organizaciones sociales, partidos políticos y el sindicato que también está haciéndose cargo de esta situación

Denuncio enfáticamente que Luis Rivas, interventor designado por Oscar Aguad, titular del Ministerio de Defensa, “con solo 6 meses de antigüedad es capaz de sentarse en un escritorio y decir que no echó a nadie sino que no renovó ningún contrato; con esa liviandad un CEO que tiene respaldo económico suficiente para poder sentarse el resto de su vida sin hacer nada. Dentro de un gobierno nacional que habla por un lado de inclusión, de generar empleo genuino y que despide a miles de trabajadores; que formó una alianza que se llama Cambiemos y debió llamarse ‘Ajustemos’ porque no hay ajuste más grande que el que están haciendo estos tipos con la clase trabajadora. Sin embargo, estamos viendo que la resistencia popular, que la pueblada en Azul, que esta caravana que hoy hicimos, que en distintas ciudades había gente en la ruta diciendo ‘FanAzul somos todos’, ha llegado a conmovernos de una forma que no esperábamos ninguna de nosotros porque estamos construyendo una historia que se va a reflejar en gran parte  de la sociedad argentina”.

Cacace continuó señalando que “Los trabajadores de FanAzul le decimos al gobierno que no nos estamos rindiendo, que aunque vengan con intenciones de cerrarnos, de reducir con nosotros el gasto fiscal,  de  ajustarnos y achicarnos mientras favorecen a los grandes grupos económicos, nos va a tener que bancar porque lo que estamos haciendo es construir una resistencia popular que va a trascender a este sindicato que es ATE, este movimiento nos va a encontrar unidos en la calle y como siempre dando pelea, que es el lugar que nos corresponde a los laburantes cuando tenemos un gobierno que no escucha”.