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06 de septiembre de 2017

Hay que hablar de Santiago Maldonado en las escuelas

El gobierno usa argumentos reaccionarios

La realidad irrumpe en las aulas. Como docentes, es natural y siempre bienvenido el debate y el cuestionamiento en las clases, cualquiera sea la materia, porque queremos que los chicos aprendan a reflexionar y a analizar críticamente la realidad. Para eso es necesario hacer preguntas, investigar, buscar información, analizar los distintos puntos de vista y, sobre todo, estudiar los hechos de manera sistemática, porque la verdad está en los hechos. 

La realidad irrumpe en las aulas. Como docentes, es natural y siempre bienvenido el debate y el cuestionamiento en las clases, cualquiera sea la materia, porque queremos que los chicos aprendan a reflexionar y a analizar críticamente la realidad. Para eso es necesario hacer preguntas, investigar, buscar información, analizar los distintos puntos de vista y, sobre todo, estudiar los hechos de manera sistemática, porque la verdad está en los hechos. 
El caso de la desaparición forzada de Santiago Maldonado ha conmovido a todos, cientos de miles se han movilizado reclamando su aparición con vida y señalando al Estado como responsable. 
El gobierno desató una furiosa campaña contra los docentes y los gremios, intentando dividirlos de las familias de los alumnos. Para eso, apelaron a los argumentos más recalcitrantes, ya conocidos por los veteranos, y retornaron a debates que parecían superados hace décadas, por lo menos desde el fin de la última dictadura militar: 
¿Que hablar de contenidos de actualidad no está en el currículum? Este argumento es falso: la temática de los derechos humanos está incluida en todos los diseños curriculares del país y en los núcleos de aprendizaje prioritarios (NAP) de todos los niveles. 
¿Que en la escuela “no se habla de política”? Si el acto mismo de educar es un acto político, en tanto se desarrolla en un espacio público como es la escuela, y los chicos se están formando y estableciendo sus primeras relaciones sociales fuera de la familia. La cuestión es si queremos educar a individuos que no cuestionen nada y sean sumisos al orden de clases, o queremos educar a niños y jóvenes que participen consciente y activamente en la lucha colectiva por una sociedad mejor. 
¿Que un gremio docente solo se ocupa de cuestiones gremiales y no puede elaborar propuestas didácticas o pedagógicas? Las cuestiones “gremiales” docentes, ¿son independientes de la política educativa y del modelo pedagógico y de organización de las escuelas?
El plan del gobierno es precarizar y flexibilizar aún más el trabajo docente. Para que esos planes pasen deben descalificar la tarea pedagógica y desprestigiar a los docentes. Por eso, es necesario desenmascarar su estrategia de dividir y enfrentar a familias y docentes, ya que necesitamos la más amplia unidad de todo el pueblo para luchar por la educación pública que necesitamos.