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16 de noviembre de 2011

El conflicto de Hamlet

Hoy 1395 / Triunfo de trabajadores de teatro

La empresa Fenix Entertainment Group, productora de “Hamlet”, obra de teatro que se presenta en el teatro Alvear, va a pagar los días en los que se suspendieron las funciones por las actividades del FIBA (Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires) y se comprometió por escrito a abonar los haberes en tiempo y forma.

La empresa Fenix Entertainment Group, productora de “Hamlet”, obra de teatro que se presenta en el teatro Alvear, va a pagar los días en los que se suspendieron las funciones por las actividades del FIBA (Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires) y se comprometió por escrito a abonar los haberes en tiempo y forma.
El conflicto comienza con la no entrega de los contratos al elenco. La Asociación Argentina de Actores (AAA), a pedido de un grupo de actores, intima a Fenix a que los presente en el sindicato. Una vez entregados, los mismos no podían ser visados por el sindicato porque contenían cláusulas que violaban el convenio colectivo de trabajo, entre ellas la interrupción del contrato y el consiguiente no pago de los haberes durante los días del FIBA. Por otro lado, los haberes no eran depositados en los tiempos correspondientes, si no al criterio arbitrario de la empresa, retrasándose constantemente en dichos pagos.
Luego de cartas documento que iban y venían, a pesar de un constante ninguneo hacia el elenco, de presiones y persecuciones varias (de incluso levantar la obra), del chantaje en los tiempos en que se pagaban las semanas de trabajo, de tratar de dividir a los trabajadores con argumentos mentirosos, de tratar de enfrentarlos con la Asociación, los actores y las actrices de Hamlet se mantuvieron unidos entendiendo que el reclamo era justo y se pudo torcer el brazo a la empresa.
El sábado 5 y el domingo 6 de noviembre los actores se vieron obligados a parar las funciones. La AAA se hizo presente en el Teatro Presidente Alvear perteneciente al Complejo Teatral de Buenos Aires y haciendo uso de su derecho en calidad de representante, tomó la acción gremial correspondiente.
Fue la única medida que logró que la empresa tomara en serio el reclamo de los trabajadores obligándola a plantearles una solución concreta: el pago de la totalidad de los días que duró el FIBA (sólo estaba dispuesta a pagar el 25% de lo adeudado) y el compromiso a pagar los haberes en tiempo y forma.
La fortaleza que dio la unión del elenco y la decisión de que el sindicato accione en virtud del reclamo, defendiendo la postura de los actores, hizo posible ganar esta pulseada frente a la empresa, a la vez que planteó la defensa de derechos conquistados en la lucha de generaciones por dignificar la profesión.
Esta experiencia vuelve a demostrar algo que la historia se empeña en recordarnos: la unidad de los trabajadores, de aquellos que generamos la riqueza cultural, económica y social de un país es lo que logra ir ganando batallas a quienes insisten en ignorarnos.