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26 de octubre de 2011

Nota escrita el día del aniversario de la ciudad de Gualeguaychú, publicada por la revista entrerriana Río Bravo el 19/10/2011.

Botnia-UPM sigue contaminando

Hoy 1392 /

En el 228º aniversario de la ciudad de Gualeguaychú, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner vino a cerrar su campaña y a ratificar que para el gobierno el conflicto por la pastera Botnia-UPM está “superado”. Mientras, y pese a la censura de las cámaras del canal público, los asambleístas desplegaban banderas que ratificaban que Gualeguaychú no se resigna a la presencia ilegal de la finlandesa Botnia, hoy UPM.

En el 228º aniversario de la ciudad de Gualeguaychú, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner vino a cerrar su campaña y a ratificar que para el gobierno el conflicto por la pastera Botnia-UPM está “superado”. Mientras, y pese a la censura de las cámaras del canal público, los asambleístas desplegaban banderas que ratificaban que Gualeguaychú no se resigna a la presencia ilegal de la finlandesa Botnia, hoy UPM.
Muchas son las opiniones que se plantean en la ciudad por estas horas; lo cierto es que la visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha dejado, si no un sabor amargo, al menos un extraño clima en Gualeguaychú.
Desde temprano hubo claras señales de que no todos los ciudadanos estábamos invitados a nuestra fiesta de cumpleaños. Se impidió el ingreso al circuito de carteles que hicieran alusión al conflicto que hace más de 8 años mantiene en vilo al pueblo de Gualeguaychú, como así también se insistió a quienes enarbolaron dos letreros con la mítica leyenda Sí a la vida, no a las papeleras en que desistieran de la idea; Prefectura se encargó de cubrir los carteles que algunos vecinos arrimaron desde la Isla Libertad, frente a Plaza Colón, donde se realizó el acto. Esta de más decir, ya que pudo verse con toda claridad por la transmisión del canal oficial, que esto no ocurrió con la cartelería que rezaba “para Cristina la reelección” y demás cuestiones electorales y partidarias. Luego se generalizó el malestar de los periodistas locales que vieron cercenada su labor profesional por la imposición de los organizadores y la falta de acceso a las posibilidades básicas de una cobertura tan esperada como es la visita de la primera mandataria de los argentinos a una ciudad como la nuestra.
Otro dato interesante es que no hubo repuesta al pedido de audiencia que realizó la Asamblea Ciudadana Ambiental a través del intendente. Tampoco se concretó la entrega en mano de un petitorio que solicitaba “que se cumpla el derecho a la información pública para conocer lo que respiramos”, y que manifestaba que “el monitoreo tal y como se está llevando a cabo garantiza la impunidad de Botnia-UPM y no tiene como fin último conocer la verdad acerca de las consecuencias de la presencia ilegal de dicha empresa” y  pedía expresamente “el cese de las causas contra los vecinos de Gualeguaychú que sólo ejercieron el derecho a manifestarse pacíficamente en defensa de la vida”.

El kirchnerismo usó la fiesta popular
Pero además de todas estas cuestiones que nos volvían ajenos en nuestra propia casa, todos vimos, frente a nuestras narices, cómo el kirchnerismo hizo uso impune de una fiesta popular que es patrimonio de toda la comunidad, para realizar un acto proselitista; violando la ley 25610, reforma del código electoral Artículo 64, la cual indica textualmente: “Queda prohibido durante los siete (7) días anteriores a la fecha fijada para la celebración del comicio, la realización de actos inaugurales de obras públicas, el lanzamiento o promoción de planes, proyectos o programas de alcance colectivo, y, en general, la realización de todo acto de gobierno que pueda promover la captación del sufragio a favor de cualquiera de los candidatos a cargos públicos electivos nacionales.” Pero el “detalle” de violar la ley y de quebrantar algunas de las reglas propias de la democracia, como la de poder manifestarse libremente, no impidió los anuncios a través de una teleconferencia, inaugurando una planta de incubación de Granja Tres Arroyos, en Concepción del Uruguay, donde estaba el ministro de Agricultura como tampoco la comunicación con la textil Coteminas (ex Grafa), en La Banda (Santiago del Estero) donde estaba Débora Giorgi, ministra de Industria. Nada le impidió al gobernador Sergio Urribarri que le recordara al público presente el “compromiso que tenemos el próximo domingo”.
Mientras, bajo un sol sofocante, los bailarines ataviados, los grupos musicales y demás artistas locales que habían preparado lo mejor de su repertorio para celebrar el cumpleaños de la ciudad esperaron pacientemente el momento de actuar, quedando postergados a los pocos espectadores que luego del acto político partidario del oficialismo, se quedaron con el mate y su familia a disfrutar la cálida tarde. Porque al concluir la intervención de la presidenta, los micros con militantes de gremios y agrupaciones políticas afines al gobierno de las ciudades vecinas, los políticos desesperados por figurar, como así también el gobernador Urribarri con su comitiva y ni siquiera el propio intendente de la ciudad, Juan José Bahillo, se quedaron a celebrar el cumpleaños  de Gualeguaychú; se fueron sin probar la torta.
Lo cierto es que el acto terminó siendo un homenaje al ex presidente Néstor Kirchner en vez de recordar (ni siquiera mencionar) por ejemplo, a Tomás de Rocamora, fundador de la ciudad, personaje emblemático dadas las circunstancias que teóricamente nos reunían como comunidad.

Doble discurso
por cadena nacional
Gualeguaychú fue el escenario, una vez más, para la presentación en cadena nacional del doble discurso de los Kirchner. Primero Néstor vociferando la “Causa nacional”, que hace poco Cristina transformó en “Tontera nacional” según sus declaraciones cuando la inauguración del ramal ferroviario Concordia-Salto. Hoy le habló al pueblo uruguayo pregonando que “nadie puede confundir a esta Presidenta, y menos a los argentinos que somos gente de paz”, en clara referencia a las declaraciones del ex presidente Tabaré Vázquez conocidas días pasados. Es decir, consiguió su frase célebre para los títulos de los diarios, su “declaración valiente” contra alguien que ya no significa más que un mal recuerdo a los efectos prácticos de un conflicto que claramente se encuentra sin solución, cuando en realidad lo que esperábamos los gualeguaychuenses era que nos dijera que está dispuesta a resolver el padecimiento que significa Botnia-UPM para nuestra región. Esto no sólo no ocurrió, sino que además nos habló de un conflicto, que para ella, está superado. Vino a decirnos que estamos condenados a Botnia-UPM: una pésima noticia en nuestra fiesta de cumpleaños. También se le olvidó el “detalle” de los vecinos que se encuentran judicializados por defender el derecho constitucional de vivir en un ambiente sano; se olvidó del planteo que el mismo Estado nacional sostuvo frente al Tribunal Internacional de la Haya y también la sentencia del tribunal sobre la ilegalidad de Botnia-UPM, de la escandalosa concesión de soberanía argentina que rubricó con su firma en el acuerdo de Anchorena. En el recuerdo de Néstor Kirchner todos estos olvidos son perfectamente aceptables, ya que al igual que en el 2006, la política del gobierno nacional es golpearse el pecho con ademanes patriotas mientras Uruguay sigue violando el Tratado del Río Uruguay en los hechos y nuestros gurises respiran el sulfídrico y la contaminación de Botnia-UPM.
El “Paraíso terrenal”, que describiera el legendario vals a Gualeguaychú hoy se encuentra más amenazado que nunca por la contaminación de Botnia-UPM, y evidentemente solo es intención de nuestro pueblo defenderlo; el gobierno está para otras cosas… organizando eventos como el de hoy para aguarnos la fiesta de cumpleaños.

*Integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, enjuiciada por el gobierno nacional.