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25 de noviembre de 2010

Tarea principal: fortalecer al Partido 15 de marzo de 1975

Informe de la Comision Nacional de Organizacion del Partido Comunista Revolucionario

Documentos del PCR / tomo 4

*    Desde que se lanzó la actual campaña de reclutamiento ha ingresado al Partido un im­portante contingente de obreros y campesinos pobres, de hombres y mujeres del pueblo. Han ingresado depositando en él muchas esperan­zas y dispuestos a contribuir con su esfuerzo a llevarlo adelante, engrandecerlo, a irlo cons­truyendo en un poderoso instrumento de van­guardia de la clase obrera en la lucha anti­golpista y revolucionaria de la Argentina.

*    Desde que se lanzó la actual campaña de reclutamiento ha ingresado al Partido un im­portante contingente de obreros y campesinos pobres, de hombres y mujeres del pueblo. Han ingresado depositando en él muchas esperan­zas y dispuestos a contribuir con su esfuerzo a llevarlo adelante, engrandecerlo, a irlo cons­truyendo en un poderoso instrumento de van­guardia de la clase obrera en la lucha anti­golpista y revolucionaria de la Argentina.
*    Sin embargo la cifra alcanzada hasta el 16 de marzo con ser significativa es aún pe­queña, refleja un serio retraso en cuanto a los planes trazados y es el resultado de la ac­tividad de una parte del Partido. Las expe­riencias realizadas muestran que sólo llevan­do con audacia y a la ofensiva la línea polí­tica antigolpista a las grandes masas, surge la necesidad de colocar en un primer plano de la construcción partidaria, el reclutamiento, la necesidad de contar con una mayor fuerza de Partido.
    El ingreso de miles de nuevos afiliados al Partido en las actuales circunstancias polí­ticas, es una necesidad determinante para avanzar en la política antigolpista, en la po­lítica de unidad y lucha, y lucha por la uni­dad con el peronismo, y de construcción del frente único con hegemonía política proletaria, revolucionaria.
*    Los organismos y compañeros que han sa­lido audazmente a reclutar vuelven entusias­mados, por cuanto comprueban la enorme re­ceptividad que tiene nuestra línea política en la clase obrera y el pueblo, particularmente, peronista verifican prácticamente la disposición de miles a incorporarse a la lucha activa, ubicarse en algún lugar desde el cual puedan ser útiles a la causa antigolpista y patriótica y muchos de ellos están dispuestos a ingresar al Partido. Por eso cuando ello ocurre analizan nuevamente los planes pro­clamados y señalan que son poco audaces, más bien conservadores y muchas veces acordados “para cumplir” o mirando exclusivamente lo que se tiene muy cerca de la mano. Y dichos compañeros tienen razón. Los planes actua­les son pequeños, de acuerdo no sólo a las ne­cesidades, sino también a las posibilidades políticas del Partido.
*    Esto es lo que se comprobó en Misiones, donde nuestro Partido luchando audazmente ha llegado a las grandes masas con su posición y ha avanzado en la unidad con el pero­nismo. “Ustedes son los Comunistas pa­triotas”; “Ustedes sí que sirven al pue­blo”; “Admiro el coraje que tienen para decir las verdades que dicen”; “Nunca creí que la izquierda llegara a comprender a la Argentina”; “Con ustedes se desarrolla algo nuevo en el país”; “Debieran hacerse conocer más”. Estas y otras similares, son expresiones que hemos escuchado durante esta campaña en el seno de las masas.
*    Hay que romper con un estilo que se con­forma con reafirmar a cada paso la justeza de la línea, pero no se plantea ni balancea la incidencia política real de nuestros organis­mos y compañeros en torno a la lucha con­creta planteada en cada lugar. Muchas veces esto se tapa con un doctrinarismo tan pedan­te como inservible, tan ajeno a la práctica co­mo a la teoría marxista-leninista; otras, aun­que en menor medida, con una errónea Invo­cación al respeto a los procesos de masa, que encierra una subestimación y una gran desconfianza en la disposición de esas masas a practicar nuestra línea política, a ocupar un lugar en el Partido. Planteando a fondo el reclutamiento, no sólo es posible cumplir los pla­nes trazados, sino que dicho cumplimiento a­brirá cauces a nuevos planes y a un recluta­miento mucho más audaz, acorde a las nece­sidades actuales del Partido.
    Para ello hay que lograr que el conjunto de los organismos partidarios se proponga y plan­tee el reclutamiento.
*    Hoy muchos compañeros son firmes im­pulsores de nuestra línea política, son buenos agitadores y propagandistas, pero no plantean el reclutamiento ni se detienen nunca a afi­liar a nadie en particular. Es ésta una gran debilidad. La línea acerca del reclutamiento de nuevos afiliados, la línea de construcción del Partido, es parte de la línea general. Se subestima así el rol dirigente del Partido. El Partido no es sólo un instrumento ideológico de vanguardia del proletariado sino su arma decisiva y fuerza política dirigente, sin la cual el proletariado y el pueblo no podrán vencer al enemigo en la lucha por el poder.
    En otras oportunidades esta actitud, de no plantear el reclutamiento por parte de nues­tros compañeros, expresa, de fondo erróneas concepciones putchistas que subestiman el carácter prolongado que adquirirá la guerra po­pular hasta vencer al enemigo, y el papel de­cisivo del Partido en todo el proceso revolu­cionario, de su organización de vanguardia.
*    Los Comunistas, cuando damos una pala­bra la cumplimos, cuando nos trazamos un plan no escatimamos esfuerzos ni sacrificios para cumplirlo, es un compromiso que adop­tamos ante la clase obrera y el pueblo, por ello es totalmente ajeno al estilo de trabajo comunista la despreocupación por su incum­plimiento. Esta actitud no sirve a los objeti­vos políticos trazados por el Partido e ideoló­gicamente implica una concepción conformista y liberal. Debemos puntualizar con cla­ridad lo que es una sugerencia y un plan pro­clamado. Este presupone discusión, acuerdo y lucha por su concreción.
*    Han logrado resultados positivos aquellos organismos y compañeros que han colocado, al calor de la lucha antigolpista, el reclutamiento como tarea central imprimiéndolo un ritmo y un control sistemático. Es ilustrativo el ejemplo de los camaradas sanjuaninos que incorporaron al Partido 32 nuevos afiliados en el curso de una semana.
*    El mejor control es la ayuda. Esto signi­fica que no basta con formular una línea y tareas en general sino que hay que estudiar, impulsar y comprobar su aplicación concreta.
    No es correcto practicar la política de “que se las arreglen los de abajo”, ni dejar su concre­ción librada a la espontaneidad. Igualmente dicho principio presupone combatir la actitud de controlar hacia abajo lo que no se impulsa a fondo ni se practica. En el Partido no es válido aquello de “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Nuestros dirigentes deben enseñar con el ejemplo en todos los planos.
*    Hay que superar la práctica que hace que cada vez que se discute reclutamiento se ana­licen solamente los planes futuros y muy po­co las iniciativas concretas, sus fechas y lu­gares de realización, así como el balance de las mismas.
    Otra idea a combatir, es la que sostiene que primero hay que organizar y luego reclutar. La práctica nos enseña que quienes así pien­san ni organizan ni reclutan. Contraponen lo que hay que combinar permanentemente a partir de llevar con audacia nuestra línea po­lítica a las masas.
*    Se han realizado experiencias muy posi­tivas de reclutamiento a través de charlas, con­ferencias, salidas y picnics. Estas formas am­plias han posibilitado un reclutamiento amplio que va más allá de lo que rodea al Partido y ha sido decisivo en el reclutamiento entre las mujeres. Aunque en este terreno es necesario (señaló un compañero de Rosario) cambiar en primer lugar las ideas existentes en nuestros propios afiliados sobre el papel de la mujer en la revolución, de manera que: “De entrada nomás, podríamos casi duplicar nuestras fuer­zas si afiliásemos a nuestras madres y compa­ñeras”.
*    Cumplir con los requisitos estatutarios en torno del reclutamiento es también desarro­llar nuestra política de vigilancia.
*    Ya tenemos planteada la asimilación de los nuevos afiliados. La clave para ello es incor­porarlos a la práctica revolucionaria del Par­tido, para lo cual hay que darles de inmediato una tarea. Al mismo tiempo, esto requiere una política educativa hacia los nuevos afiliados. En esta dirección, han sido muy positivas la realización de charlas sobre la línea política del Partido, sobre sus Estatutos, sobre su his­toria, sobre la experiencia revolucionaria del pueblo chino, etc. Pero lo decisivo es que los nuevos afiliados tomen una tarea, participen en un organismo colectivo y contribuyan a sostener económicamente al Partido, como lo señalan los Estatutos. Cada afiliado ingresa al Partido para ocupar un puesto de lucha. Parte de esa lucha es contribuir a desarrollar el organismo al cual se incorpora. De allí que sea erróneo demorar la incorporación y el otorgamiento de responsabilidades, aduciendo las naturales dificultades por las que atraviesa la construcción y el desarrollo de las células. Debemos basarnos en los nuevos afiliados para seguir avanzando en el reclutamiento y la asimilación, partiendo del principio de apoyarnos en nuestros propios esfuerzos para grandes y pequeñas tareas, y proseguir con nuestra polí­tica de transformar las puntas en células en cada empresa, y en cada departamento o sección en el campo.
*    No perder un solo contacto, una sola direc­ción, un solo afiliado. Cumplir con los com­promisos de brindar una atención sistemática al nuevo afiliado. Combatir todo descuido, de­jadez, imprecisión, en este terreno, hace a un estilo de trabajo correcto tanto en el seno del Partido como en la relación de éste con las masas.
    En caso de pase de una célula a otra, y más aún, de una zona a otra, mantener contacto con él, hasta que se compruebe que se lo con­tactó en el nuevo lugar de militancia.
*    El ingreso de miles de nuevos afiliados po­ne de relieve la necesidad de utilizar Nueva Hora no sólo como el principal instrumento de propaganda del Partido, sino como un decisivo instrumento organizador. Lo que requie­re un permanente reforzamiento de los frentes de difusión, cobro y distribución de nues­tra prensa.
    La utilización de Nueva Hora, el cobro men­sual de las cotizaciones, el reclutamiento y la preparación militar del Partido, son los princi­pales termómetros a tener en cuenta en la actualidad, en la política general de organiza­ción, para medir la incidencia de masas de nuestros organismos, su funcionamiento polí­tico y el proceso de construcción orgánica, en especial en el terreno celular. Construcción ésta que está presidida por la construcción política e ideológica, y que también recorre el camino de lo simple a lo complejo; y cuya orientación general es la de lograr la mejor situación orgánica y de cuadros, la mejor dis­posición de fuerzas para desarrollar en el seno de las masas obreras y populares las tareas que devienen de nuestra línea política y del programa partidario. En tal dirección es necesario persistir en la política de cuadros trazada en el Tercer Congreso. Conocer, ayudar y luchar contra la improvisación y la superfi­cialidad en la política de cuadros.
*    Hoy la clave es lograr que el conjunto del Partido rompa, como lo señaló el Tercer Congreso, con la de una organización pequeña y sectaria y piense en dirigir con su línea política a las grandes masas; se plantee incidir crecientemente en la política nacional, y re­clute a miles que dirijan millones. Para ello es necesario tensar hoy todas las fuerzas pa­ra cumplir los planes trazados en la actual campaña. Campaña que es la tarea central del Partido al calor de la lucha antigolpista.