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29 de julio de 2015

Un conflicto por el precio de la leche entre empresas monopólicas lácteas y productores tamberos. 

Paro de productores tamberos

Reclamo por el precio de la leche

En la semana entre el 17 y 24 de julio, la cuenca lechera santafesina fue testigo de un conflicto por el precio de la leche entre empresas monopólicas lácteas y productores tamberos: las empresas bajaron unilateralmente el precio de la materia prima de $3,15 por litro a $2,80 y en alguno casos $2,50, un precio sumamente inferior a los $3,09 que se les pagaba a julio del año pasado. Esto generó una situación de crisis en la actividad. Se produjeron varios bloqueos de fábricas por parte de los productores nucleados en Appla y apoyados por Atilra, gremio dirigido por Ponce, gremialista K que hace tiempo viene negándose a movilizar por el impuesto al salario, que los trabajadores lácteos sufren en su gran mayoría.
El 21 de julio se realizó una movilización a la vera de la ruta nacional 34 a la altura de Lehmann, donde representantes del PTP Rafaela y del Frente Popular llevamos nuestra solidaridad y apoyo en la lucha.
Si bien existen diferencias entre los productores en relación a la metodología de lucha, se expresó una coincidencia generalizada en relación a la situación insostenible.
Desde el PTP entendemos que el problema radica en la política del gobierno nacional que impulsa una concentración de la economía y una monopolización de la producción. En Argentina, según la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL), la producción nacional tiene un valor de $37.096 millones. El 64,3% de esa cifra queda en manos de las diez empresas. De las cuales 7 se encuentran en la cuenca lechera santafesina por ejemplo Sancor, Milkault o Saputo. Estas 3 con inversiones de capitales extranjeros. Al existir un mercado netamente dependiente y sin control, la baja en las exportaciones y el aumento de los insumos en dólares, hacen caer la rentabilidad de todos los eslabones de la cadena, pero los mayores perjudicados son los eslabones más débiles (en este caso el tambero).
En la cuenca lechera santafesina se procesan más de 10 millones de litros de leche diarios, unos 3.650 millones de litros anuales, lo que representa casi el 40% de la producción anual de todo el país.
Si uno analiza los precios de góndola de la leche y lo que se le paga al productor la diferencia es enorme, y no existe un precio mínimo sostén y en origen para garantizarle la rentabilidad al tambero. El tambo es la actividad agraria que más puestos de trabajo genera en relación al número de trabajadores por hectárea, pero en la última década kichnerista se han perdido más de 6 mil tambos, dejando miles de familias de tanteros y peones sin trabajo.
El pasado 24 de julio se realizó una reunión entre el gobierno nacional, productores y trabajadores de la leche, quedando en un compromiso de las empresas de no bajar el precio. Este es un parche que no resuelve el problema de fondo, si no se le garantiza un precio sostén y no se tocan los intereses de los monopolios y la renta financiera para poder otorgar créditos a baja tasa y a 35 años a la producción.
En relación al debate expresado por muchos sectores de las masas en relación a porqué los tamberos tiran la leche, decidimos hacer una circular por redes sociales explicando la visión de los productores y tanteros que decía lo siguiente: Los tamberos odian tener que tirar la leche, porque pierden plata pero no existe espacio en los tambos para acumular leche y esta entra en descomposición en no mucho tiempo y no se puede acopiar, como la soja o el trigo, por ejemplo. No se puede dejar de ordeñar a las vacas, ya que éstas se secan, o sea, dejan de producir leche. ¿Por qué los tamberos no le regalan la leche a la gente? No tienen medios de transporte adecuados para grandes cantidades de leche cruda. El medio de transporte les pertenece a las empresas con las que existe hoy un conflicto. Ya que el proceso de control biológico lo realizan en fábrica, si se pudiese transportar la leche para regalarla, existiría el peligro de transmitir enfermedades y/o intoxicar a las personas. Lo cual sería responsabilidad de los tamberos.